Detienen a un enfermero por robar vacunas contra la COVID-19 para venderlas
Únete al canal de Whatsapp de WapaHace ya más de un mes que en el Hospital de La Línea de la Concepción, Cádiz, Andalucía, se percataron que algo no iba bien con el 'stock' de vacunas. Avisaron a la Policía Nacional porque había dosis desaparecidas y anomalías con la documentación de las personas a vacunar contra la COVID-19.
Los agentes investigan a un enfermero de 27 años que participaba del proceso de vacunación por sustraer supuestamente dosis, sacarlos del centro hospitalario en una nevera en el maletero de su coche y venderlos a terceras personas que aún no les correspondía ser inoculados.
Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de La Línea han detenido al sospechoso en el marco de “una trama de venta ilícita de vacunas” en la que creen que habrá más detenidos, según informó la policía. Sin embargo, los agentes centran el caso en torno a la figura del joven al que consideran el principal investigado.
El trabajador, hijo de una enfermera y de un policía local, está acusado de cohecho, falsedad documental y malversación de caudales públicos, en una causa que el Juzgado de Instrucción número 2 de La Línea mantiene por ahora bajo indagación.
El enfermero aprovechaba su fácil acceso a las vacunas para sacarlas del centro hospitalario en una nevera a bordo de su Mercedes, uno de los bienes que la policía ahora le ha requisado. Supuestamente, usaba el vehículo particular para ir a administrar las dosis a domicilio o en la calle. Además, los peritos han registrado la vivienda familiar de sus padres para recabar nuevas pruebas.
“Estamos cuantificando el número de viales que ha llegado a distraer o sustraer, si eran completos o los restos”, puntualiza una fuente conocedora del caso.
Las primeras pesquisas apuntan a que el enfermero se servía de documentos falsificados para hacer desaparecer las vacunas contra la COVID-19. En algunos casos, los policías sospechan que inoculaba dosis a personas antes de que les correspondiese y, posteriormente, cuando ya eran citadas en el turno que realmente les correspondía se guardaba esos viales para venderlos.
“Marcaba como vacunada a gente que realmente no lo estaba” para conseguir más vacunas, asegura una fuente conocedora al caso.
La investigación se ha podido realizar gracias a la colaboración del Área de Gestión Sanitaria Campo de Gibraltar Este del Servicio Andaluz de Salud, Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.