Anemia: qué es, síntomas, cómo combatirlo y todo lo necesitas saber

La anemia es una de las afecciones de salud que están más relacionadas con la alimentación, la cual se puede dar por tener no tener un buen régimen; sin embargo, esta también se puede combatir con principio base para gozar de buena salud: la alimentación.

En varios países del mundo, han realizado diversas estrategias para vencer la anemia. Pero, para que estos tengan un resultado exitoso, es importante conocer de qué trata, síntomas, etc.

Es así que, con el fin de contribuir a la erradicación de la anemia, en este artículo te mencionaremos todos lo que necesitas saber sobre esta enfermedad que ataca principalmente a los niños. ¡Atenta y toma nota!  

La anemia es una afección que se caracteriza por la falta de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. Por ello, si la persona tiene anemia, se sentirá cansado y fatigado.

Asimismo, la anemia puede ser temporal o prolongada, y puede variar entre leve y grave, por lo cual es importante saber cómo tratarlo.

Este es el tipo más frecuente de anemia en todo el mundo. Esta se debe a la escasez de hierro en el cuerpo, lo que puede producir la falta hemoglobina suficiente para los glóbulos rojos.

Este tipo de anemia suele presentarse en muchas mujeres embarazadas que no toman suplementos de hierro. También ocurre por pérdida de sangre, como sangrado menstrual importante, úlceras, cáncer y uso periódico de algunos analgésicos de venta libre, especialmente la aspirina.

Además de hierro, el cuerpo necesita ácido fólico y vitamina B-12 para producir suficientes glóbulos rojos sanos. Una dieta sin una cantidad suficiente de estos y otros nutrientes clave puede provocar una disminución en la producción de glóbulos rojos.

Asimismo, es posible que algunas personas consuman suficiente B-12, pero sus cuerpos no puedan procesar la vitamina. Esto puede generar anemia por deficiencia de vitaminas, también conocida como «anemia perniciosa».

Algunas enfermedades (como cáncer, VIH/sida, artritis reumatoide, enfermedades renales, enfermedad de Crohn y otras enfermedades inflamatorias crónicas) pueden interferir en la producción de glóbulos rojos.

Esta anemia inusual y potencialmente mortal se provoca cuando el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos rojos. Las causas de la anemia aplásica comprenden infecciones, determinados medicamentos, enfermedades autoinmunitarias y exposición a sustancias químicas tóxicas.

Diversas enfermedades, como leucemia y mielofibrosis, pueden provocar anemia al afectar la producción de sangre en la médula ósea. Los efectos de estos tipos de cáncer y trastornos similares al cáncer pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales.

Este grupo de anemias se presenta cuando los glóbulos rojos se destruyen más rápidamente de lo que la médula ósea puede reemplazarlos. Algunas enfermedades de la sangre aumentan la destrucción de glóbulos rojos. Las anemias hemolíticas se pueden heredar o contraer con el tiempo.

Esta afección heredada y, en ocasiones, grave es una anemia hemolítica heredada. La causa es una forma de hemoglobina defectuosa que fuerza a los glóbulos rojos a adoptar una forma de media luna (falciforme) anómala. Estas células sanguíneas mueren de forma prematura, lo que tiene como resultado una escasez crónica de glóbulos rojos.

Es un trastorno hereditario de la sangre que se caracteriza por tener menos hemoglobina y menos glóbulos rojos en su cuerpo de lo normal. La hemoglobina es la sustancia en sus glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno. La baja hemoglobina y menos glóbulos rojos de la talasemia pueden causar anemia y dejarlo fatigado.

Cabe mencionar que, si tiene una talasemia leve, es posible que no necesite tratamiento. Pero si tiene una forma más grave del trastorno, es posible que necesite transfusiones de sangre con regularidad.

Una dieta carente de ciertas vitaminas: tener una dieta que sea consistentemente baja en hierro, vitamina B12 y folato incrementa tu riesgo de anemia.

Trastornos intestinales: tener un trastorno intestinal que afecta la absorción de nutrientes en tu intestino delgado, como la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca, aumenta tu riesgo de anemia.

Menstruación: en general, las mujeres que no han experimentado la menopausia tienen un riesgo mayor de anemia por deficiencia de hierro que los hombres y las mujeres posmenopáusicas. Esto se debe a que la menstruación produce la pérdida de glóbulos rojos.

Embarazo: si estás embarazada y no tomas un suplemento multivitamínico con ácido fólico, tienes un gran riesgo de anemia.

Afecciones crónicas: si tienes cáncer, insuficiencia renal u otra afección crónica, tendrás riesgo de anemia por enfermedad crónica, ya que estas afecciones pueden causar la disminución de los glóbulos rojos.

Del mismo modo, la pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera o por otra causa puede consumir toda la reserva de hierro del cuerpo y transformarse en una anemia por deficiencia de hierro.

Antecedentes familiares: si tienes antecedentes familiares de anemia hereditaria, como anemia falciforme, es muy probable tengas un alto riesgo de padecer esta afección.

Otros factores: los antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos autoinmunitarios, alcoholismo, exposición a químicos tóxicos y el uso de algunos medicamentos pueden afectar la producción de glóbulos rojos y producir anemia.

Edad: A partir de los 65 años, aproximadamente, es muy probable que las personas tengan mayor riesgo de padecer anemia.

Esta afección presenta varios síntomas, ya que depende de la causa. A continuación, te describimos algunos de ellos:

- Fatiga

- Debilidad

- Piel pálida o amarillenta

- Latidos del corazón irregulares

- Dificultad para respirar

- Mareos o aturdimiento

- Dolor en el pecho

- Manos y pies fríos

- Dolor de cabeza

En tanto, al principio, la anemia puede ser leve y pasar inadvertida. No obstante, los síntomas pueden ir empeorando si no se toman las medidas del caso.

La anemia por falta de hierro en los niños es muy perjudicial para su desarrollo e incluso puede atentar contra su vida. Por ello, es importante que consuman alimentos ricos en hierro.

Alfalfa germinada: este alimento aporta 1 mg de hierro por cada 100 gr. que se consuma.

Avena: por cada 100 gramos de avena que ingieres estás dándole a tu organismo alrededor de 5 mg de hierro.

Lentejas: las lentejas cuentan con 3,3 mg de hierro por cada 100 gramos que consumas.

Pistachos: son una excelente opción en tu dieta contra la anemia, ya que cuentan con 3,9 mg de hierro por cada 100 gramos.

Sangrecita: es la sangre de pollo que tiene un alto valor nutritivo para combatir la anemia y combatir otras enfermedades.

Levadura de cerveza: contiene una gran variedad y cantidad de minerales, oligoelementos y proteínas que combate la anemia.

Ingredientes

- 1/2 kilo

- 1 taza de agua

- 1 cucharadita de sal

- Hierbabuena 

- Aceite

- 1 unidad de cebolla picada en cuadraditos

- 3 dientes de ajo

- 1 unidad de ají amarillo picado en cuadraditos

- 5 cucharadas de hierbabuena picada

- 5 cucharadas de cebolla china

- Sal a gusto

- Pimienta al gusto

- Una pizca de azúcar

- 1/4 de kilo de yuca sancochada

- 1 kilo de papa blanca sancochada

- 1 cucharadita de sal

- Huevo duro

- Harina

- Huevo batido

- Salsa criolla

Preparación 

1.  Colocar la sangrecita en una sartén.

2. Agregarle el agua, una cucharadita de sal y un atado pequeño de hierbabuena.

3. Dejar cocinar hasta que la sangrecita cambie de color.

4. Retirar de la sartén y reservar.

5. Colocar la sangrecita cocida en una tabla y picar finamente.

6. Colocar aceite en una olla.

7. Agregar la cebolla y sofreír.

8. Añadir el ajo picado y dejar sofreír por unos minutos.

9. Agregar el ají amarillo, 5 cucharadas de hierbabuena y la cebolla china.

10. Salpimentar.

11. Añadir la pizca de azúcar.

12. Prensar la yuca y la papa.

13. Salpimentar y amasar hasta obtener una masa homogénea.

14. Formar 8 bolas de masa.

15. Aplastar la masa y rellenar con huevo duro y sangrecita.

16. Cerrar la masa dando forma de papa rellena.

17. Pasar la papa por harina, huevo batido y harina.

18. Freír en abundante aceite.

19. Sacarlo de la sartén y retirarle el exceso de aceite.

20. Servir.

21. ¡Disfrutar!

(*) Con información de portal de salud Mayo Clinic: Anemia: qué es, síntomas, cómo combatirlo y todo lo necesitas saber