Letizia causa sensación en Panamá con escote cruzado y Leonor con look oficial
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La Reina Letizia y la Princesa Leonor protagonizaron una emotiva jornada en Panamá, marcada por su esperado reencuentro tras cuatro meses separadas. A bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, compartieron gestos cómplices y abrazos en una mañana cargada de emoción.
Ya por la noche, madre e hija volvieron a coincidir en una recepción formal a bordo del emblemático navío. Doña Letizia deslumbró con un mono rojo de escote cruzado, mientras Leonor sorprendió con un uniforme de etiqueta inédito, reafirmando su papel en la formación militar.
La Reina Letizia, de rojo y dorado en la recepción de Panamá
El rojo es, sin duda, el color fetiche de la Reina Letizia, y así lo ha demostrado en incontables ocasiones. Desde aquel traje sastre de Roberto Torretta que lució en su visita a Estados Unidos en 2022, hasta el vestido de Narciso Rodriguez para Zara que estrenó en Nueva York, la Reina no duda en recurrir a esta tonalidad vibrante para reforzar su presencia. En la recepción nocturna en Panamá, volvió a apostar por el carmesí, dejando atrás el look informal del día —jeans, camiseta y sneakers— para deslumbrar con un sofisticado mono rojo de escote cruzado.

Para la recepción nocturna en Panamá, la Reina Letizia ha apostado por un favorecedor mono rojo de Mango, con pantalón ancho y un original escote cruzado tipo halter que dejaba al descubierto hombros y brazos tonificados. La prenda, ceñida a la cintura con un cinturón a juego que Doña Letizia personalizó con una lazada, ya no está disponible en tienda, aunque puede encontrarse en plataformas como Asos. Completó el look con una cartera de mano del mismo tono y un chal ligero, ideal para la brisa nocturna. Como toque final, rompió el monocromo con unas alpargatas doradas de cuña.

La Princesa Leonor, con un uniforme que aún no le habíamos visto
Durante la recepción nocturna en el buque escuela atracado en Panamá, la Princesa Leonor sorprendió con una versión inédita de su uniforme: el de etiqueta de la Armada.
En esta ocasión, la joven guardiamarina llevó una chaqueta blanca entallada, abierta con botones dorados en el cuerpo y las solapas, abrochada únicamente a la altura de la cintura con un botón doble. Completó el conjunto con camisa visible y un lazo al cuello, distintivo del modelo femenino.







