Moda circular: la tendencia ecológica por prolongar la vida de las prendas
Únete al canal de Whatsapp de WapaOrnella Paz-Cofundadora de la Asociación de Moda Sostenible del Perú
La moda se ha convertido en una necesidad diaria para muchas personas preocupadas por su imagen personal. Y si bien esto no está mal, el modelo de negocio basado en la economía lineal, donde el proceso se reduce a “producir-comprar-usar-botar”, está jugando en contra del medio ambiente y de las personas que somos parte de esa cadena de valor, como los trabajadores y consumidores.
Este modelo deja una considerable huella ambiental debido a la emisión de gases de efecto invernadero de los procesos masivos de elaboración de ropa, joyas, calzado, carteras y cosmética; al uso de pesticidas, tintes y químicos que contaminan ríos, mares y otros ecosistemas; y a la alta generación de residuos ocasionada por la idea de que los productos “pasan de moda”, pierden su valor al poco tiempo de ser adquiridos y deben ser desechados.
Ante esta realidad, surge el sentido de urgencia de migrar a un nuevo modelo de negocio sostenible y globalizar la denominada “moda circular”. Como parte de esta nueva economía se busca prolongar el uso de las prendas, se promueve el uso de materiales seguros y renovables, y se aplican soluciones para convertir ropa usada en nuevos trajes.
La moda requiere de una concienciación masiva y un cambio de paradigma. Necesitamos compradores que se informen más sobre las características de lo que están adquiriendo y se conviertan en consumidores más conscientes y con más capacidad para elegir mejor. Este proceso en el mundo y en nuestro país está creciendo gracias a la aparición de marcas, diseñadores, organizaciones, eventos y acuerdos que invitan tanto a los empresarios como a los consumidores a tomar acción.
Los empresarios deben entender la importancia de realizar la transición a nuevos modelos de negocio que exijan creatividad, tecnología, innovación y respeto por los productores. Esto supone que los estándares de sostenibilidad sean considerados desde el prediseño para evitar pérdidas económicas por producción de residuos, recursos ambientales y ropa desechada, que se calculan en 500 mil millones de dólares anuales en el mundo.
A largo plazo, todo esto nos brindará estabilidad social y ambiental.