Día de la cerveza: aprende a preparar esta bebida artesanalmente
Únete al canal de Whatsapp de Wapa¿Quién no ha festejado con una cerveza por el día de su cumpleaños o en alguna reunión de trabajo? Esta bebida calza perfecto en cualquier celebración y hoy, primer viernes de agosto se celebra el Día Internacional de la Cerveza, para celebrar el día de la cerveza te enseñaremos cómo preparar
En las siguientes líneas te explicamos paso a paso cómo preparar cerveza artesanal, atenta y toma nota:
Utensilios e ingredientes para hacer cerveza artesanal
Ingredientes para 15 litros de cerveza casera
– 30 litros de agua declorada
– 4,5 kg de cebada malteada
– 25 gr de lúpulo
– 1 sobre de levadura para hacer cerveza (no de panadería)
Utensilios
– 1 olla de acero inoxidable de cómo mínimo 15 litros
– 1 báscula de cocina
– 2 fermentadores de 30 litros con grifo y al menos uno de ellos con tapa.
– Cuchara espumadera para oxigenación
– Válvula de fermentación con juntas de goma
– Tubo trasvasador de líquidos
– Cierrabotellas
– Tapitas para las botellas
– Cepillo limpia botellas
– Botellas
– Tubo rígido de embotellar
– Probeta para hacer mediciones
– Densímetro de precisión para hacer mediciones
– Termómetro de precisión de cristal
Preparación de la cerveza artesanal
1. Maltear la cebada, en una olla grande, germinando mínimamente los granos en agua después de molerlos. Logrado eso, se mezcla la cebada (ahora sí, malteada) con agua caliente, formando una papilla que debe mantenerse en el fuego por dos horas, a 65°C. Una vez retirada el agua, queda el mosto, un líquido denso y dulce.
2. El mosto debe hervirse a borbotones durante una hora y media. Mientras tanto, se le va agregando, por partes, el lúpulo, ingrediente que aromatiza y da el amargor deseado a la cerveza. De este proceso también resulta la esterilización del producto, que evita que el líquido se llene de bacterias indeseables, pero no de residuos. Por eso, finalizado el hervor, debe revolverse con fuerza para facilitar que esos residuos vayan al fondo de la olla.
3. De aquí en adelante, no hay que olvidar algo primordial: el líquido debe ser tratado solo con elementos y recipientes desinfectados: no dejará buen sabor el encuentro con bacterias no gratas. Por eso, y como hay que enfriarlo sí o sí (rápido, además, que el producto debe ir de los 100 a los 20°C en el menor tiempo posible), usaremos el método de serpentina, que consiste en pasar la cerveza por el interior de un caño de cobre enrollado, enfriado con hielo. Luego se incorpora la levadura, que debe estar hidratada desde el día anterior.
4. La mezcla de mosto, lúpulo y levadura se lleva a un recipiente para la fermentación. Esta última convierte los azúcares del mosto en alcohol y gas.
Nota: el recipiente se tapa con un globo pinchado. Así sale aire, pero no entra.
Al líquido le bastará una semana en un lugar fresco y oscuro para bajar su densidad y, una vez destapado, alumbrar la vista con su color y su espuma. Luego será pasado a otro fermentador (o al mismo, lavado y desinfectado como corresponde), que deberá ir a frío por otra semana.
5. Al cabo de esos siete días, nuestra cerveza estará lista para su embotellado con ayuda de un colador. Completará su maduración una vez encerrada en los queridos recipientes color ámbar.
Un truco sencillo es pesar la botella, el resultado en peso tiene que ser el 70% de su capacidad en líquido. Por ejemplo una botella de 500ml, tiene que pesar 350 gramos para poder ser utilizada (500 x 70/100 = 350).
6. Rellenamos las botellas, dejando 3 dedos de aire como mínimo en la parte superior, de lo contrario la presión de la carbonatación será demasiada.
7. Las cerramos con una chapita y el cierrabotellas.
Maduración: guardamos las cervezas en pie, en un lugar protegido de la luz.
(Fuente: Home Brew Academy/La BioGuia)