Este es el ELECTRODOMÉSTICO en casa que jamás debes desconectar en las noches o tu economía se irá a la ruina

Los electrodomésticos han sido creados con el objetivo de simplificar las labores del hogar y contribuir a una mejor calidad de vida. Desde los modelos tradicionales como la nevera, la lavadora o el microondas, hasta los más actuales con tecnología inteligente, todos están diseñados para optimizar tareas como cocinar, limpiar o conservar alimentos, permitiendo ahorrar tiempo, esfuerzo y energía.

En este sentido, es común que muchas personas adopten la costumbre de desconectar estos aparatos cuando no los están utilizando, ya sea por precaución o con la intención de reducir el consumo de electricidad. Sin embargo, esta práctica puede no ser recomendable en todos los casos, “ya que apagarlo podría generar un costo mayor del que se imagina.”

Desconectar ciertos dispositivos podría traer consecuencias no deseadas. Tal es el caso de la nevera, que algunos apagan por las noches en un intento por ahorrar energía, sin saber que esto podría perjudicar su funcionamiento y la adecuada conservación de los alimentos.

El motivo principal, según especialistas, es que al volver a enchufar el refrigerador, el sistema de enfriamiento debe hacer un esfuerzo considerable para recuperar la temperatura óptima. Este proceso obliga al compresor a trabajar de forma más intensa, generando un consumo mayor al que se quiso evitar y provocando un desgaste innecesario del aparato.

De acuerdo con la experta Mirang Won, de LG Electronics, citado por El Heraldo, desconectar la nevera durante las noches puede generar un aumento en el consumo de electricidad y provocar daños progresivos en su sistema interno.

Según la experta, este aparato enciende su motor únicamente cuando detecta un aumento en la temperatura interna, activando el compresor para enfriar y apagándose automáticamente al alcanzar el nivel óptimo. Este ciclo eficiente se ve interrumpido cuando se desenchufa el refrigerador, lo que obliga al sistema a esforzarse más al reconectarlo, incrementando el gasto de energía.

Los refrigeradores actuales están fabricados para funcionar con ciclos automáticos de encendido y apagado, controlados por termostatos internos. Esto les permite mantener el frío necesario sin operar todo el tiempo a máxima potencia. Al interrumpir este mecanismo natural, se compromete su eficiencia y se acelera el desgaste de componentes clave como el compresor y el sistema de refrigeración.