Jefferson Farfán recordó cuando le pagaban 5 soles por jugar: "Eso me alcanzaba para ayudar"
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl delantero de Alianza Lima, Jefferson Farfán, recordó algunos pasajes de su niñez junto a Paolo Guerrero a través de su cuenta de YouTube. Y es que, el goleador de 37 años jugaba para algunos equipos de fútbol y ayudaba a su madre con el dinero que ganaba en los partidos.
La 'Foquita' Farfán comparte a todos sus seguidores su nueva faceta como influencer. Como se esperaba, el referente 'blanquiazul' usó una indumentaria de Alianza Lima para dar a conocer su resumen del 2021.
Asimismo, Jefferson Farfán aprovechó el camino al entrenamiento en su auto para brindar algunos consejos a los jugadores que recién están iniciando su carrera futbolística. "La puntualidad y la disciplina es básico e importante para un deportista, futbolista, cuál sea el deporte que les guste, a mí me ordenó muchísimo mucho más cuando me fui al extranjero, en todo sentido me ayudó muchísimo", acotó.
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"Yo viajaba con Paolo (Guerrero) en la combi o en 'Las Delicias'. Siempre decíamos: en algún momento vamos a tener un carro. Vamos a empezar con un carro de baja gama, para empezar, y luego después ya cumplir el sueño de tener un carro deportivo como todo futbolista sueña. Ese bus se demoraba como dos horas para llegar a mi casa, imagínate de La Victoria a Villa El Salvador y yo vivía en el cerro 35 mil... Pero el que la lucha, la consigue", remarcó.
Jefri comía yuquitas y caramanducas
Durante el viaje en su Maseratti, Jefferson Farfán también recordó al ver a un señor vendiendo yuquitas que él de pequeño también las comía luego de los entrenamientos.
"Antes bajábamos en los paraderos y comíamos lo que encontrábamos en el camino, yuquita o caramanduca, en ese tiempo podíamos comer de todo. Ahora me como una yuquita y subo cuatro kilos. Ahora me cuido mucho, por el tema de la edad, ya no es lo mismo. Peor un día me meto a un huarique y como ceviche de potilla (pota)".
El jugador del cuadro grone también rememoró de cómo se ingeniaba para ayudar a su mamá en los gastos de la casa con unos cachuelos que obtenía de niño.
"Yo jugaba fulbito, de chibolo, en los barrios y me pagaban. Me llamaban a San Juan de Miraflores y me iba a un montón de distritos. Me pagaban 3 soles o 5 soles y eso me alcanzaba para ayudar en mi casa a la negra Charo, madre soltera, mi madre", añadió.
Finalmente, el atacante de Alianza Lima también tuvo presente las veces que entraba a Matute sin pagar entrada. "Veía a mis ídolos, Waldir Sáenz o Juan Jayo, y me emocionaba. Los iba a ver al estadio. Cuando veía un señor sin hijo le decía: 'Señor, para ingresar con usted'. 'Ya, ya entra negrito'. Así me decían, pero en buena honda creo que les caía bien", concluyó.