Un reciente estudio científico revela que las personas que sufren un caso leve de COVID-19 pueden presentar un envejecimiento acelerado del cerebro y otras alteraciones.
La investigación, publicada el último lunes en la revista Nature, halló que los cerebros de los infectados con coronavirus tenían una mayor pérdida de materia gris y anormalidades en el tejido del cerebro a diferencia de las personas que no se han contagiado. Varios de esos cambios se originaban en la zona del cerebro relacionada con el sentido del olfato.
"Nos sorprendió bastante ver diferencias claras en el cerebro incluso con una infección leve", señaló Gwenaëlle Douaud, docente asociada de neurociencias en la Universidad de Oxford, a CNN.
Para los resultados del estudio científico, la profesora Gwenaëlle Douaud y sus colegas observaron las imágenes cerebrales de 401 personas que padecieron de coronavirus entre marzo de 2020 y abril de 2021, y estudiaron antes del contagio como una media de 4,5 meses luego de la enfermedad viral.
Asimismo, los expertos analizaron las imágenes cerebrales de 384 sujetos no contagiados del mismo grupo etario, nivel socioeconómico y factores de riesgo como la obesidad. Cabe señalar que de los 401 individuos contagiados, 15 enfermos fueron hospitalizados.
De acuerdo con el portal CNN, los 785 voluntarios tenían edades entre los 51 y los 81 años que son parte del Biobanco del Reino Unido.
Del mismo modo, la docente Douaud manifestó que es normal que los seres humanos pierdan entre un 0,2% y un 0,3% de materia gris anualmente en las áreas del cerebro relacionadas con la memoria conforme envejecen, sin embargo, las personas de dicho estudio perdieron entre un 0,2% y 2% adicional de tejido cerebral.
Douaud asegura que en uno o dos años los expertos volverán a tomar imágenes cerebrales y hacer pruebas a los voluntarios del estudio científico.
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A pesar de que la investigación tiene cierta relación entre el contagio y la función cerebral, aún no se conoce por qué. Investigaciones anteriores arrojaron que los individuos con una pérdida significativa y repetida del olfato también sufren una pérdida relacionada de materia gris. No obstante, el estudio no estimó si las personas tuvieron de verdad la pérdida del olfato.