El camote no solo se usa para preparar delicioso potajes, sino que también se consume porque contiene tres antioxidantes bien conocidos: betacaroteno, vitaminas C y E. Por estas sustancias es posible que sirva para prevenir el cáncer y las enfermedades al corazón, explica el Dr. José Luis Pérez-Albela.
Debido al alto contenido de vitaminas C y E y otros antioxidantes, el betacaroteno ayuda a proteger el cuerpo contra las moléculas dañinas del oxígeno llamadas radicales libres, ayudando a neutralizarlas antes de que puedan perjudicar diversas partes del cuerpo como los vasos sanguíneos y ciertas partes de los ojos.
El alto porcentaje en fibra lo convierte en un alimento saludable para los diabéticos. La parte comestible de este tubérculo ayuda, de manera indirecta, a reducir la concentración de azúcar en sangre, al reducir la velocidad con la que el alimento se convierte en glucosa e ingresa al torrente sanguíneo.
Los camotes tienen muchos carbohidratos complejos, por lo cual pueden ayudar a controlar el peso corporal, lo que a su vez facilita el control de la diabetes.
El peso y la concentración de azúcar en la sangre están directamente relacionados con la diabetes. Las estadísticas demuestran que más o menos el 85 por ciento de personas que padecen esta enfermedad Tipo II (no dependiente de la insulita) también tienen sobrepeso. Los camotes sacian el apetito y disminuyen la tentación de comer otros alimentos con mayor contenido de grasa.
Además de la fibra y vitaminas antioxidantes, los camotes contienen las vitaminas B conocidas como folato y B6. Estos nutrientes ayudan al cerebro a realizar algunas de sus funciones que a veces están afectadas por el proceso de la edad.
Para aprovechar mejor sus beneficios curativos, se recomienda comprar camotes de color anaranjado más intenso. Entre más fuerte el color, mayor cantidad de betacaroteno contiene este tubérculo.
Investigaciones han verificado que el extracto de camote puede aumentar los niveles de la sangre de adiponectina, una hormona de proteína producida por las células de grasa para regular la forma en que tu cuerpo metaboliza la insulina, y hasta niveles más bajos de insulina cuando es necesario.