El dolor de garganta, en la mayoría de los casos suele desaparecer solo, sin la necesidad de utilizar antibióticos. Estas infecciones son causadas por el Streptococcus del grupo A y se necesita hacer una prueba de laboratorio para determinar si tú o su hijo necesitan de fármacos.
El Dr. Rafael Fernández, de la clínica Lima Norte, nos comenta que la mayoría de los dolores de garganta son producidos por un virus, como los que provocan los resfriados y la influenza, y no deben de ser tratados con antibióticos en algunos casos.
El especialista nos comenta cuatro tips para poder aliviar de manera efectiva el dolor de garganta sin necesidad de utilizar los antibióticos, ya que con el pasar del tiempo pueden dañar tu organismo.
1. Gárgaras de agua salada
Varios estudios científicos han descubierto que las gárgaras de agua tibia y salada pueden reducir la inflamación en la garganta y ayudar a eliminar las bacterias que causan esas molestias. Se recomienda que disuelvas media cucharadita de sal en una taza de agua tibia. Es importante repetir este procedimiento varias veces al día. Y recuerda, son gárgaras y no te lo debes de tragar.
2. Beber abundante líquidos
Hay dos razones por las que la botella de agua se convierte en nuestro mejor aliado durante un dolor de garganta. Por una parte, nos ayuda a hidratarnos, algo esencial si queremos que la enfermedad desaparezca cuanto antes y otra, los líquidos humedecen las membranas mucosas, por lo que la sensación de dolor desciende sensiblemente, especialmente en el caso de las bebidas calientes.
3. Tómate un té
El té de manzanilla es maravilloso para estos males, ya que combate la bacteria, relaja los músculos de la garganta, y es un analgésico natural. Los tés herbales como el té verde o el té negro también tienen muchos antioxidantes para combatir las infecciones.
4. Tómate una sopa de pollo
Este es el remedio clásico para todas las enfermedades. El sodio de la sopa de pollo puede ayudar a aliviar la inflamación de tu garganta. Además, este alimento de dará líquido y nutrición cuando puede ser difícil comer o tragar por el dolor.