El colmo de la imprudencia y desfachatez se vivió en Lambayeque, donde una mujer en presunto estado de ebriedad golpeó a un agente de la Policía Nacional del Perú para evitar ser detenida por organizar una fiesta en pleno estado de emergencia por la pandemia del coronavirus.
El altercado tuvo lugar en el distrito de Monsefú, provincia de Chilayo. Allí, los vecinos acusaron a Mariana Esquén Azabache, la infractora de la ley, de celebrar una reunión en su domicilio sin respetar el estado de emergencia por la COVID-19.
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Con la denuncia encima, la señora no se quedó tranquila y empezó a lanzar botellas de cerveza a la casa de una vecina en forma de represalia. Miembros de la PNP tuvieron que interceder para frenar la violencia.
Fue entonces que las autoridades se percataron que la fiesta se llevaba acabo sin el uso de mascarillas además de tampoco respetar el distanciamiento social. En medio del pánico, la policía intentó detener a Esquén Azabache, pero esta abofeteó y jaló de los cabellos a un agente.
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Esta agresión encendió un conato de bronca entre todos los asistentes de la fiesta. La familia de la mujer salió en su defensa y uno de los efectivos terminó con cortes en la mano. Ante ello, los policías pidieron refuerzos del Ejército para detener a la fémina y otros integrantes de su familia por atacar a los agentes del orden.
Esquén Azabache será investigada por el delito de desobediencia y resistencia a la autoridad.