Rick era un hombre que tenía como hogar las calles de Estados Unidos. A pesar que iba sin rumbo por el mundo, jamás se sintió solo porque siempre estaba al lado de su adorada perrita Karma. Sin embargo, un lamentable suceso los separó por un tiempo.
Todo comenzó cuando un día Rick paseaba junto a Karma, su perra de raza Pit Bull, cerca al río de Luisiana y de un momento a otro ella cayó. De inmediato, el dueño de Karma se tiró al río sin pensarlo dos veces, salvándola de un fatídico final.
A pesar que ambos salieron ilesos de tremendo accidente, la salud de Rick se vio duramente afectada debido a una infección que adquirió después de lanzarse al río, el cual es conocido por su alto nivel de contaminación.
El hombre sin hogar recibió ayuda por personas que vieron su deteriorado estado de salud, pero no aceptaba subir a una ambulancia porque estaba preocupado por su querida Karma. ¿Quién cuidaría a su perrita mientras él estaba recuperándose? Dejar a su compañera de aventuras sola era algo que no pensaba permitir por nada en el mundo.
Fue entonces que Tia Torres, una mujer que dirige un refugio especializado en el cuidado de pit bulls que han sido abandonados, se entera de la noticia y se presentó ante Rick para que vaya tranquilo al hospital.
Karma estaba con otros perros de su raza pero no dejaba de extrañar a su amo, manteniendo la esperanza de volver a verlo. Es así que dos semanas después Rick volvió por su adorada perrita y la imagen fue conmovedora.
Pero si pensabas que ellos volverían de nuevo a vagar por las calles, estás muy equivocado. Al ver Tia Torres el gran amor que le tenía Rick a su perrita, decidió darle trabajo en su albergue por medio tiempo. Es así que Rick ya tiene un nuevo hogar donde vivir y Karma vive feliz acompañada de su dueño y sus nuevos amigos caninos.