Según el Colegio Químico Farmacéutico, comprender la diferencia es fundamental, ya que ignorarlo podría poner en peligro la salud de los usuarios.
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En un inicio podría pensarse que farmacia y botica significan lo mismo. Y, en efecto, “en teoría, lo son”, aunque al analizar más a fondo ambos términos se descubren diferencias importantes.
Hace décadas, el papel del boticario en los pueblos o ciudades tenía gran importancia, llegando a situarse, junto con el alcalde, el sacerdote y el maestro, entre las figuras más influyentes en la toma de decisiones comunitarias.
Según la doctora Yvonne Llatas, decana del Colegio Químico Farmacéutico Departamental de Lima, “en las farmacias el dueño es un químico farmacéutico graduado y debe estar presente durante todo el tiempo de atención de la misma, mientras que en una botica, el dueño puede ser cualquier persona, pero debe tener obligatoriamente a un químico farmacéutico y debe estar presente hasta que la botica termine sus servicios”. La especialista agregó que “las personas que atienden deben ser técnicos en farmacia o en enfermería”.
Sin embargo, acá te enseñamos más diferencias:
Propietario
Presencia del químico farmacéutico
Personal que atiende
En conclusión, aunque a simple vista las farmacias y las boticas pueden parecer lo mismo, existen diferencias claves en su regulación y funcionamiento. Las farmacias son de propiedad exclusiva de un químico farmacéutico y requieren su presencia durante todo el horario de atención, lo que garantiza un control profesional constante.
En cambio, las boticas pueden ser de cualquier persona, pero siempre deben contar con un químico farmacéutico responsable hasta el cierre de sus servicios. En ambos casos, la atención al público está a cargo de técnicos en farmacia o enfermería, lo que asegura un nivel mínimo de preparación en la dispensación de medicamentos.