El secreto del sueño para mejorar tu sistema inmunológico que jamás consideraste

Numerosos estudios han confirmado que el sueño juega un papel crucial en la efectividad del sistema inmunológico, protegiéndonos contra diversas infecciones.

Es común sentirnos debilitados cuando carecemos de sueño y, por el contrario, notar los beneficios de descansar adecuadamente durante la noche. Un estudio epidemiológico que se extendió durante cuatro años reveló que una baja calidad de sueño incrementa la susceptibilidad a infecciones, especialmente aquellas causadas por parásitos y hongos.

Entre los 9,294 participantes del estudio, aquellos con sueño de mala calidad recurrieron más frecuentemente a tratamientos con medicamentos antiparasitarios y antifúngicos, lo que sugiere que un buen descanso nocturno fortalece y ayuda a la recuperación del sistema inmunitario.

Durante el sueño, se mantiene la eficacia de nuestras células inmunitarias. Aunque parezca un estado de tranquilidad, el sueño es un proceso activo y complejo que involucra tanto al cerebro como al cuerpo en funciones esenciales para mantener nuestra salud. La privación de sueño no solo afecta la capacidad de recuperarse de enfermedades, sino que también impacta en la velocidad de este proceso.

Mientras dormimos, el sistema inmunológico libera proteínas conocidas como citocinas, algunas de las cuales facilitan el sueño. Estas citocinas deben aumentar en situaciones de infección, inflamación o estrés. Sin embargo, la falta de sueño puede reducir la producción de estas citocinas protectoras y disminuir los anticuerpos y células que combaten infecciones. Así, el sueño es fundamental para la formación y regeneración de nuestras defensas inmunológicas.

Para la mayoría de los adultos, la cantidad ideal de sueño es entre siete y ocho horas de calidad cada noche.

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