Un estudio revela cómo el alcohol puede alterar la percepción de la atracción, llevando a algunos hombres a experimentar deseos hacia otros hombres.
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa naturaleza social de los seres humanos está profundamente influenciada por una red compleja de factores biológicos y psicológicos que regulan nuestra interacción con los demás. Estas interacciones son, en gran parte, mediadas por moléculas que afectan nuestro sistema nervioso central, produciendo respuestas que nos conectan con los demás.
Sin embargo, estas respuestas naturales pueden verse alteradas por sustancias externas, como el alcohol, que alteran nuestra química cerebral y afectan cómo nos comportamos. Un claro ejemplo de esto es lo que sucede cuando el consumo de alcohol interfiere con la capacidad del hígado para metabolizarlo correctamente, lo que nos lleva a un estado de intoxicación, conocido comúnmente como "ebriedad". Este estado puede hacernos sentir más confiados, menos inhibidos, e incluso más dispuestos a realizar acciones que normalmente evitaríamos, como expresar sentimientos y deseos que estarían ocultos en un estado sobrio.
Lo más sorprendente es que, según un reciente estudio, esta pérdida de inhibiciones podría generar una atracción física inesperada entre hombres. Esta teoría ha sido considerada como una "broma de borrachos" durante mucho tiempo, pero la investigación pone en duda esa suposición.
En un estudio publicado en The Journal of Social Psychology, se sometió a 83 hombres heterosexuales a una serie de pruebas en un bar, donde se les mostró una selección de imágenes y videos. Al principio, los participantes aseguraron sentirse atraídos por las imágenes de mujeres. Sin embargo, tras consumir varias copas, las respuestas de los hombres cambiaron. En lugar de limitarse a la atracción hacia mujeres, también comenzaron a considerar la posibilidad de tener encuentros con otros hombres.
“La ingesta de alcohol fue un factor predictor clave en la disposición sexual tanto hacia hombres como hacia mujeres, pero este efecto solo se dio con individuos del mismo sexo, no del sexo opuesto”, explicó la Dra. Breanne R. Helmers, investigadora principal de la Universidad de Wayne State. “Lo que encontramos es que la predisposición a la atracción y los comportamientos sexuales fue influenciada por el alcohol y por la percepción de atractivo entre personas del mismo sexo”, añadió.
El estudio sugiere que, aunque este tipo de atracción entre hombres no se manifiesta en condiciones normales, la progesterona, una hormona involucrada en la regulación de nuestras interacciones sociales, podría ser responsable de transformar una relación amistosa en algo más intenso durante el estado de ebriedad.
Este fascinante hallazgo abre nuevas preguntas sobre cómo las sustancias como el alcohol pueden alterar nuestros comportamientos sociales y las dinámicas de atracción. La investigación ha sido publicada en The Journal of Social Psychology.