El 19 de mayo de 2020, el Príncipe Harry y Meghan Markle celebraron dos años de su aniversario de boda. Eran la pareja de moda y todas las miradas estaban centradas al país de la reina Isabel II.
La historia se repetía, un príncipe se enamoraba de una actriz estadounidense, el príncipe Rainiero se enamoraba de Grace Kelly, y Harry de Meghan.
La boda fue de ensueño, el segundo hijo de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales le daba el 'sí quiero' a la actriz de 'Suites' con una vida familiar propia de película al más puro estilo de una cenicienta moderna donde un padre y sus hermanos dejaban al descubierto los trapos sucios con una opinión pública ansiosa por saber.
Dos años después, su vida ha dado un giro de 180 grados. Se casaron, tuvieron un hijo, Archie, que les ha colmado de felicidad y de decisiones, tanto que han renunciado a las obligaciones de pertenecer a la familia real inglesa, con ello se fueron a vivir a Canadá y de ahí a Los Ángeles.
El Palacio de Buckingham anunció que se llegó un acuerdo con el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, duques de Sussex, para que dejen de formar parte de la familia real británica a partir de la primavera de este mismo año y por tanto dejarán de recibir fondos públicos por su trabajo como tal.
"Según lo acordado en este nuevo pacto, (Enrique y Meghan) comprenden que es necesario que renuncien a sus deberes reales, incluidos los nombramientos militares oficiales. Ya no recibirán fondos públicos por sus funciones reales", explicó la Casa Real británica en un comunicado.
En consecuencia, la pareja "no utilizará sus títulos de Su Alteza Real (HRH, por sus siglas en inglés) porque ya no son miembros en activo de la Familia Real".
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El texto subraya que la pareja seguirá manteniendo sus patronatos y asociaciones "con la bendición de la reina", pero ya no podrán representar formalmente a la reina. En cualquier caso "los duques de Sussex han dejado claro que todo lo que harán seguirán respetando los valores de su majestad".
Además, el duque y la princesa de Sussex han manfiestado su intención de devolver los 2,4 millones de libras (más de 2,8 millones de euros) de dinero público recientemente recibido para la reforma de su residencia oficial, Frogmore Cottage, en la que seguirán viviendo cuando estén en Reino Unido.
(Con información de Europa Press)