Coronavirus: ¿A qué nos enfrentamos los peruanos en una posible tercera ola?
Únete al canal de Whatsapp de WapaLa incertidumbre, el miedo y la ansiedad son emociones que invaden absolutamente a cualquier persona. Desde marzo del 2020 nos paralizó a muchos, pues enfrentábamos una situación totalmente desconocida y nos llevó a unir esfuerzos para combatir a ese virus desconocido COVID-19.
Sin embargo, con el tiempo nos hemos ido acostumbrando a esta "nueva normalidad" ha derivado en un estado permanente de alerta que nos ha llevado a un profundo agotamiento psicológico.
La segunda ola que ya vivimos y una posible tercera golpeará a nuestro país, causando que muchas personas sientan incertidumbre, temor y ansiedad respecto a su salud, pues no saben qué efectos puede traer la enfermedad en sus organismos o en el de sus familiares si estos se enferman o respecto a su condición económica para solventar los gastos familiares.
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Por lo tanto, el principal impacto psicológico, hasta la fecha, ha sido un alto porcentaje de estrés o ansiedad generada por la implementación de medidas como la cuarentena y el toque de queda, esta situación pone en conflicto a las personas (conflicto entre lo que sabe que es correcto hacer y lo que a pesar de enfrentarse a las medidas debe hacer para sobrevivir él y su familia).
La licenciada en psicología Margot Aguilar Fuentes, coordinadora del proyecto BienEstar-ONG Socios en Salud, explicó los problemas de salud mental más acentuados:
Síndrome de la cabaña
Es el miedo a salir a la calle y es una de las principales consecuencias psicológicas que estamos viendo durante la pandemia. Para algunas personas salir de sus hogares se ha convertido en un motivo de fuerte angustia.
Muchas personas han desarrollado un miedo intenso a salir a la calle, ya que sienten indefensas: "¿Y si me contagio?" Se sienten mucho más seguros en casa controlando el espacio, la comida, la limpieza en comparación con el "riesgo" que perciben fuera de su domicilio.
Trastorno de estrés postraumático
Seguimos estando en una situación muy diferente a la que estamos acostumbrados: en nuestro trabajo, en el cole, a la hora de reunirnos con nuestros familiares, etc. También encontramos personas que han sufrido pérdidas dramáticas de familiares con la agravante de no haberse podido despedir de ellos.
Los profesionales de la salud han vivido situaciones de estrés extrema; todas estas situaciones elevan el riesgo de sufrir episodios de estrés postraumático.
Insomnio
Durante nuestras atenciones vemos como los cambios bruscos de horarios y de tareas han provocado un profundo cambio en las rutinas motivo por el cual hemos visto incrementadas las patologías que afectan nuestro descanso.
Vulnerabilidad e incertidumbre
El desconocimiento de cuánto más va a durar la crisis sanitaria y cuáles serán sus consecuencias a corto, medio y largo plazo, genera incertidumbre constante y hace que se agraven los problemas emocionales.
Ansiedad y depresión
Estamos viendo en nuestras consultas virtuales un incremento de síntomas depresivos tales como: desánimo, insomnio, apatía, irritabilidad. Las personas se muestran especialmente debilitadas a nivel y están siendo más vulnerables a sufrir depresión durante esta segunda ola.
Con relación a la ansiedad, tengamos en cuenta que más de dos terceras partes de la población puede sufrir ansiedad en algún momento de su vida y estamos en un momento donde muchas personas están sufriendo de esta problemática de salud mental.
Señales como: aumento del ritmo cardiaco, sudoración, respiración acelerada, sensación de agitación, nerviosismo, miedo ante un peligro inminente son indicadores de que estás experimentado ansiedad.
Herramientas emocionales para afrontar las nuevas olas del COVID-19:
Reconoce y acepta tus emociones
Es fundamental que identifiques qué emoción estás sintiendo para luego gestionarla. Identificar qué sientes y qué te está generando malestar, sin este paso previo es imposible trabajar en combatirlo.
"No entres en bucle"
Tener preocupaciones no significa que tengas que estar todo el día pensando en ellas y dándole vueltas pues lo único que vas a conseguir es aumentar estrés, ansiedad e insomnio. Puedes buscar actividades de ocio y rutinas que te ayuden a mantener tu mente ocupada.
Analiza los errores cometidos
Ahora cuentas con experiencia previa acerca de la enfermedad, por lo tanto, es importante que reflexiones sobre qué aspectos te perjudicaron en la primera ola, por ejemplo: estar sobre informado, estar todo el día en pijama, etc. Reflexionar sobre estos aspectos te va a permitir tomar decisiones y cambiar aquellos que sean negativos para tu bienestar.
Crea una alianza en tu hogar
Con los padres o con la familia pasando más tiempo en casa, hay una oportunidad para que las tendencias en torno a la crianza inclusiva arraiguen más profundamente. Los padres desempeñarán un papel más activo en las tareas parentales. A medida que las normas cambien en las familias, habrá una expectativa de una división más equitativa del trabajo de crianza.
Si sientes que las emociones te sobrepasan no dudes en contactarte con un profesional.