7 señales de que tienes “menopausia social” y no lo habías notado

Así como le ocurre a las mujeres que superan los 40, a partir de los 20, llega un momento en el que no soportas la música alta, los eventos sociales y prefieres quedarte en casa, a eso se le llama menopausia social.

Lo curioso, es que cuando estás en la adolescencia no puedes esperar alcanzar la mayoría de edad para salir con tus amigas a bailar con mayor libertad. Pero, al pasar los 25, una ya tiene más responsabilidades, ya sea en el hogar o en trabajo. Y lo último que quieres es salir. Aunque no sucede en todos los casos, pasa.

Aquí, te presentamos algunas señales. ¡Presta mucha atención!

¿Sueles decirlo? Lo más probable es que te tengas menopausia social. Y es que en vez de salir y hacer contactos o conocer gente nueva, prefieres quedarte en tu sofá viendo alguna serie o una película de tu interés.

No es que sea una regla para toda veinteañera, además es dañino para la salud. Pero, una de las señales es que seguramente ya no deseas brindar con tus amigas por alguna ocasión especial, como año nuevo o un cumpleaños, tal y como lo hacías antes.

Una de las cosas que menos prefieres es que interrumpan tu tranquilidad, por lo que optas en levantarte muy temprano los domingos para hacer ejercicios o tomar tu desayuno en paz.

Si antes te gustaba ir a fiestas, salir con tus amigos a conciertos y cantar hasta el amanecer, ahora te es inaceptable.

Al llegar a una reunión, lo primero que buscas es un sofá cómodo en el que puedas descansar, cuando antes podías acomodarte con tu amiga en un mismo lugar o en las escaleras. Ahora, eso no va contigo.

No puedes pasar despierta más de las 10 o 10:30 como máximo, porque te has acostumbrado a dormir temprano para llegar a tiempo al día siguiente a tu centro laboral.

Si de pronto empezaste a forrar tu cuerpo con dos pantalones, chompas gruesas, y encima de todo una colcha para no sentir frío, mientras que tu amiga está con un top y una casaca, puede que estés pasando por esta etapa. Y es que te has acostumbrado tanto al calor de tu hogar, que buscarás cualquier cambio de temperatura para salir corriendo de un lugar.