El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una afección crónica que impacta a millones de niños en todo el Perú. Usualmente se le asocia con problemas persistentes como la dificultad para mantener la atención, comportamiento impulsivo e hiperactividad. Asimismo, a menudo suele continuar hasta la edad adulta.
Al respecto, el programa Saludable Mente compartió una entrevista con el psiquiatra especialista en niños y adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental, Horacio Vargas Murga, para esclarecer todas las dudas al respecto. Además, brindó ciertos consejos para detectar si un niño presenta el trastorno.
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"Son niños que no pueden mantenerse sentados en clase o cuando están almorzando o cenando. Siempre están en movimiento, se paran. Siguen las indicaciones de los padres pero siguen en movimiento. En cuanto a la atención, se distraen con facilidad, no pueden organizar tareas. Pueden estar iniciando una actividad académica pero un estimulo externo los atrae y dejan de hacer lo que están haciendo", comentó sobre algunos comportamientos visibles sobre la TDAH.
El especialista Vargas Murga enfatizó que esto genera problemas de relación con otros niños, además puede generar casos de agresividad. Del mismo modo, enfatizó que se debe diferenciar el trastorno al respecto de comportamientos normales en la infancia. "Los niños que desarrollan este trastorno nacen con una predisposición hereditaria como otros cuadros clínicos. Es usual encontrar en otros familiares este mismo cuadro", comentó.
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Se trata de un cuadro clínico con características propias en los niños con comportamientos diferenciales, por ello el especialista señala que es importante que estos síntomas o características sean el patrón constante en más de dos escenarios. "Si se presenta en un solo escenario lo más probable es que sea una situación reactiva al ambiente", mencionó.
Es importante mencionar que, los niños no se comportan así voluntariamente, incluso muchos hacen el esfuerzo de controlarse. Estos cuadros deben ser analizados y manejados por un especialista, por ello los padres deben identificar estas situaciones reactivas en un tiempo prolongado. "Por lo menos estas manifestaciones deben estar unos 6 meses para tener seguridad de que el niño presenta este cuadro", sentenció.