La labor sacrificada de los profesionales de la salud rinde frutos. Dos niños de 3 y 6 años, diagnosticados con COVID-19 y el síndrome de Kawasaki, fueron dados de alta de la unidad de contingencia del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) del distrito de Breña.
El menor de 6 años ingresó el pasado 24 de mayo por el servicio de emergencia, proveniente de Puente Piedra, con un cuadro de erupciones cutáneas generalizada, fiebre, vómitos y diarrea. Los médicos diagnosticaron síndrome inflamatorio multisistémico asociado a COVID-19 (síndrome de Kawasaki).
Luego de una exhaustiva evaluación fue derivado a la unidad de contingencia del INSN-Breña, donde recibió atención especializada durante 17 días, acompañado por sus padres que en ese tiempo solo le dieron cariño y amor.
El médico tratante Héctor Núñez explicó que tras ver los resultados de los estudios que le hicieron al corazón y de laboratorio clínico decidieron darle de alta al pequeño. La alegría de sus progenitores fue inmensa.
Según el galeno, este síndrome inflamatorio se manifiesta con fiebre más de tres días, conjuntivitis sin secreción, erupción en la piel, dolor en las extremidades, inflamación de labios o lengua, síntomas digestivos, vómitos y diarrea.
Mientras tanto la menor de 3 años, contagiada con el nuevo coronavirus, fue trasladada por sus padres desde el distrito de San Miguel. La niña permaneció hospitalizada 33 días y recibió atención médica y cuidados de enfermería las 24 horas.
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Al momento de su ingreso por emergencia presentaba signos de inestabilidad en la marcha, movimientos involuntarios en las extremidades, hipoactividad y fue evaluada por un equipo multidisciplinario de especialistas que diagnosticó síndrome atáxico (ataxia significa perturbación de las funciones del sistema nervioso).
Entre aplausos y mensajes de aliento, ambos menores fueron despedidos de forma cálida por el personal del INSN-Breña, que llevaban algunos disfraces y portaban pancartas con lemas como “Vencimos al covid-19”.
Finalmente, los familiares agradecieron al personal de salud por su vocación de servicio y estar en primera fila salvando la vida de niños y adolescentes atacados por la COVID-19.