Mientras ciertos gremios han decidido no participar en la paralización, otros mantienen su postura y buscan visibilizar la grave crisis de inseguridad que diariamente cobra la vida de conductores.
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En la antesala del anunciado paro del sector transporte, la incertidumbre se apodera de las calles de Lima y Callao. El gremio encabezado por Martín Ojeda mantiene vigente la convocatoria para este martes 4 de noviembre, sin que hasta el momento se haya anunciado su cancelación. No obstante, otros representantes del sector han señalado que no se sumarán a la medida tras haber sostenido conversaciones con el Ejecutivo.
La interrogante principal continúa abierta: ¿el paro de transportistas dejará a la ciudad sin servicio de transporte público, como ocurrió el pasado lunes 6 de octubre, o tendrá un impacto limitado?
El comandante general de la Policía Nacional del Perú (PNP), Óscar Arriola, declaró a RPP Noticias que la institución está preparada para garantizar el orden y la seguridad durante la jornada de protesta.
El alto mando policial detalló que, tras diversas reuniones con los ministros del Interior y de Transportes, así como con representantes de los principales gremios, varios colectivos decidieron no participar en la paralización.
“Han manifestado expresamente que muchos de ellos no van a parar. O sea, un noventa y cinco por ciento no va a parar”, señaló Arriola al citado medio.
Por su parte, Martín Ojeda, vocero de Transportistas Unidos, organización que agrupa a empresas de transporte de los conos de Lima, confirmó que sí se llevará a cabo un “apagado de motores” acompañado de una movilización de carácter moderado, en respuesta al aumento de la inseguridad ciudadana que golpea al rubro.
En conversación con Exitosa Noticias, Ojeda aclaró que la medida no implicará bloqueos de vías ni de avenidas, remarcando que tales acciones son ilegales y que la intención es llamar la atención sobre la situación crítica que atraviesan los choferes frente a la violencia, las extorsiones y los asesinatos.
“No aceptamos bloqueos, es un delito, también hemos advertido que no se dé quema de llantas, esto también es delito”, declaró el portavoz gremial.
Según explicó Transportistas Unidos, la estrategia del paro consistirá en detener parcialmente las unidades y reducir la circulación como forma de presión hacia las autoridades. Al mismo tiempo, Ojeda instó a las agrupaciones de zonas vulnerables, como el Cono Este y el Cono Norte, a mantener el carácter pacífico de la protesta.