Un cocinero, una caja registradora y una escena de horror en San Isidro: la masacre que acabó con un popular chifa y que el Perú parece haber olvidado.
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Durante los años 90, Chifast era sinónimo de comida rápida oriental en Lima. Pero un crimen sangriento en uno de sus locales lo cambió todo. Lo que parecía una madrugada cualquiera en el corazón de San Isidro terminó convirtiéndose en uno de los asesinatos más oscuros y olvidados de la historia reciente del Perú. ¿Qué pasó dentro del restaurante? ¿Por qué nunca se volvió a hablar de ello? Aquí te contamos la historia del “chifero asesino”.
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Entre la poca información que se tiene del tema, ya que al haber sido hace más de 30 años, se sabe que en una madrugada de 1992, en el local de Chifast de Dasso en San Isidro, algunos empleados que todavía permanecían en el local fueron víctimas de uno de sus amigos. En algún momento, uno de los trabajadores asesinó a todos sus compañeros y se fugó con el dinero de la venta del día. Este episodio marcó el fin de la cadena, la cual vio manchada su reputación y terminó cerrando.
A pesar de ser uno de los casos más polémicos de los años 90, no hay mucha información sobre lo ocurrido en internet. El programa “Detrás del crimen”, de Panamericana Televisión, hizo una recreación de lo sucedido. Sin embargo, actualmente, solo se encuentran testimonios de ciudadanos en foros antiguos y un extracto de este programa peruano.
"Este establecimiento se fue a la ruina a causa del mencionado crimen en 1992, si mal no recuerdo: una noche de domingo, cuando el local estaba cerrado y solo quedaban algunos integrantes de su personal en el interior, uno de sus trabajadores asesinó con un cuchillo de cocina a tres compañeros suyos y se fugó con dinero de la caja fuerte del restaurante. Este hecho, por cierto, le dio mala fama a este sitio; los problemas financieros de la empresa que administraba los "Chifast" terminó por declararse en quiebra", se lee en uno de los foros.
El caso del asesinato en Chifast es un recordatorio de cómo un solo evento puede cambiar el rumbo de una empresa y dejar una marca indeleble en la memoria colectiva que al parecer ha comenzado a olvidar este caso.