El Sol ha registrado una intensa actividad solar con la llamarada más fuerte en siete años, alcanzando la categoría X 9.1, causando alteraciones en las comunicaciones terrestres.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl astro rey, nuestro Sol, está en plena actividad. El pasado martes, la NASA detectó una intensa llamarada solar, pero este jueves 3 de octubre, una nueva explosión superó todas las expectativas. La mancha solar AR3842 desató la llamarada más fuerte registrada en los últimos siete años, un evento de gran magnitud que marca un punto crucial en el actual Ciclo Solar 25, que comenzó en 2019 y se extenderá hasta 2025.
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Una llamarada solar es una potente explosión en la superficie del Sol que emite energía, luz y partículas cargadas al espacio. En esta ocasión, la NASA, a través de su Observatorio de Dinámica Solar, registró una llamarada de categoría X 9.1. Esta clasificación la coloca como una de las más intensas dentro de la escala de explosiones solares, incluso superando la enorme llamarada X 8.7 que se produjo el 14 de mayo de este año.
Este tipo de eventos no son aislados y forman parte del ciclo solar, un fenómeno de once años de duración. Actualmente, estamos en el Ciclo Solar 25, cuyo pico máximo de actividad se espera para el año 2025.
El impacto de esta llamarada no solo se quedó en el espacio. La radiación emitida por la explosión solar del 3 de octubre ionizó la parte superior de la atmósfera de la Tierra, causando un profundo apagón de comunicaciones de onda corta en África y el Atlántico Sur. Los radioaficionados que operaban en esas zonas probablemente notaron la pérdida de señal en frecuencias inferiores a 30 MHz durante media hora después de las 12:18 UTC, según reportó Spaceweather.com.
Estos eventos pueden alterar las comunicaciones y, en casos extremos, afectar satélites y sistemas de navegación, lo que subraya la importancia de monitorear la actividad solar de cerca.
Pero la historia no termina con la llamarada solar. De mayor preocupación es la eyección de masa coronal (CME), un fenómeno en el que una nube gigantesca de plasma y campos magnéticos es expulsada del Sol hacia el espacio. Las imágenes del coronógrafo SOHO mostraron un CME de halo emergiendo del lugar de la explosión. Según los pronósticos, esta eyección de masa coronal impactará la Tierra el próximo 6 de octubre, lo que podría generar efectos adicionales a los de otra eyección que fue registrada el 1 de octubre.
El impacto combinado de estas eyecciones de masa coronal podría desencadenar auroras polares extraordinarias, que podrían ser visibles incluso en latitudes medias, ofreciendo un espectáculo de luces inusual en regiones donde este fenómeno no es habitual.
Los próximos días serán claves para observar cómo estas eyecciones de masa coronal impactarán nuestro planeta. Además de las auroras, es posible que se experimenten interrupciones en las comunicaciones y, en casos extremos, afectaciones en las redes eléctricas. Las autoridades y científicos estarán atentos a estos fenómenos y a cualquier posible afectación en infraestructuras sensibles.
Este tipo de eventos resaltan la importancia de seguir de cerca la actividad solar, ya que sus efectos pueden ser perceptibles en la Tierra de diversas formas, desde interrupciones en las comunicaciones hasta fenómenos atmosféricos impresionantes como las auroras.
Mantente informado y disfruta de las auroras polares si tienes la oportunidad de observarlas, un fenómeno que podría regalarnos un espectáculo inolvidable en las noches del 4 y 6 de octubre.