El distrito de Barranco fue escenario del terrible momento que vivió una madre de familia en compañía de su menor hijo de ocho años el pasado 4 de julio en Tai Loy. Se trata de Anahí Medrano, una mujer que denunció haber sido maltratada en reconocida tienda, la joven asegura que fue acusada de “ladrona” por trabajadores y policías tan solo por su “color de piel”, además reveló que fue obligada a desnudarse, pese a que era inocente.
En una conversación con ATV, la mujer explicó cómo sucedieron los hechos. Luego de comprar las plastilinas que su pequeño necesitaba, continuó su camino a la salida del local, en ese momento, habían varias personas retirándose de la tienda al mismo tiempo que ella, sin embargo, fue la única en ser detenida, cuestionó la joven.
“No es fácil estar denunciando, pero fue lo que pasó. Nosotros salíamos [ella y su hijo], y no solo era yo la que salía sino otras tres personas más salíamos del espacio, y yo me percato que sí, suena la alarma, pero no voy a hacer el trabajo de volver a entrar porque éramos muchos los que salíamos”, señaló.
¿Cuál sería la razón para que sólo la intervengan a ella?, se le consultó a la ciudadana, la cual sólo optó por responder que: “Habría que preguntarle a la señorita (trabajadora de Tai Loy) porque ella nunca daba la cara hasta que me empieza a perseguir. Ella estaba dentro del espacio diciendo a sus trabajadores que me revisen porque seguramente tenía cosas de más de S/50 metido en mi saco”, explicó.
“Ellos tienen mi voucher, se lo vuelvo entregar a la cajera. ‘He comprado esto’, dije. Y cuando veo que la persona me comienza a hablar, uno como cuerpo negro sabe cuáles son las alertas de racismo. Yo lo único que quería hacer era irme porque esa persona me estaba incomodando, y más a mi hijo. Y uno tiende como a responder ‘no voy a hacer eso’ porque estoy con mi hijo, y tengo que caminar e irme’, y es ahí donde comienzan a perseguirme”, expresó.
La denunciante de racismo explicó también que decidió continuar su camino debido al incómodo momento que pasó en sede situada en la avenida Miguel Grau.
“No es que me estaba escapando estaba yendo a casa de mi familia. Yo me sentía acosada porque esta mujer me decía que iban a llamar a la comisaría. Me decía, de verdad, una serie de cosas que solo eran alertas para mí que esta mujer estaba cometiendo un acto de racismo. Le decía ‘cálmate’, ‘no me hables’, ‘no me digas nada’. Y ella seguía detrás. Le pedía que se calle porque estaba con mi hijo”, expresó.
“Comencé a gritar ‘auxilio’ porque veía sola. Ella me está persiguiendo y acosando. Yo estoy denunciando a ella. La Policía hacía que ella me toque. Ahí mi hijo entró en shock. Yo tengo epilepsia, y lo único que quería hacer porque me sentía acorralada e intimidada. Ahí bajan mis amigas, y se llevan a mi hijo”, reclamó.
El caso -que viene siendo investigado por la Policía Nacional e Indecopi- no tardó en hacerse viral por lo que la tienda en cuestión emitió un comunicado, el cual no hace más que justificar el accionar de sus trabajadores y omitir cualquier tipo de disculpas. Al respecto, Anahí Hernán señaló que solicitó que la empresa asuma su responsabilidad sobre las terapias de su menor hijo tras lo sucedido.