Félix Merino Curi, un joven de 31 años de edad, vive un amargo momento debido a un error de digitación que lo obligó a estar privado de su libertad por más de cinco días. La batalla del joven ahora es por limpiar su nombre de toda acusación falsa.
En declaraciones a La República, el hombre asegura que el pasado viernes 31 de noviembre, cuando se dirigía a su trabajo en Surco, hubo un operativo policial contra la comercialización de celulares robados. En medio de la inspección, Merino entregó su DNI y a los pocos minutos los policías le indicaron que tenía un orden de captura de un juzgado en Huancayo por el delito de violación sexual en agravio de una menor de edad, por lo que fue llevado a la Comisaría de Chacarilla para las diligencias del caso.
El joven negó en todo momento las acusaciones y trató de buscar las posibilidades de la falsa acusación en su contra. Quizás era un homónimo o un error del sistema, pensó. Él estaba seguro de que no cometió el delito, pero sobre todo asegura que la última vez que fue a Huancayo fue cuando tenía 15 años. Pese a sus explicaciones, la Policía lo llevó a la sede de Requisitorias en la avenida Canadá ese día en la noche.
Al día siguiente lo trasladaron a Huancayo y horas después lo internaron en el penal de la ciudad. “Todo era inaudito. Estaba ahí sin saber nada”, recuerda.
Se trataba del secretario de la Sala Penal Liquidadora de Huancayo, Alejandro Chambergo Hilario, quien le confirmó al joven que cometió un error al digitar el DNI del verdadero procesado. Esta fue la causa por la que se encontraba recluido.
“Me dijo ‘Hola, Félix, qué tal. No te preocupes. Solo fue en error, tranquilo, nada más. Mañana sales’, como diciendo que ya pasó todo”, relata el joven, quien recuperó su libertad al día siguiente y así pudo retornar a Lima.
Merino ha presentado una denuncia contra el secretario, pero además contra los jueces superiores titulares Bernardo Pimentel Zegarra y Carlos Abraham Carhua Castro, así como contra la jueza superior provisional Susan Carrera Tupac Yupanqui. Todos ellos, trabajadores de la Sala Penal Liquidadora de Huancayo.
A más de un mes de los hechos, el antecedente de reclusión por violación sigue en los registros de Félix Merino. El joven afirma que le han dicho que por la gravedad del delito no se pueden borrar, pese a que se ha comprobado que él nunca estuvo implicado y que todo se trató de un error. De hecho, ni siquiera son homónimos, pues el verdadero acusado responde al nombre de Oliver Leonidas Bara Quispe.
El joven hace un llamado a las autoridades para que eliminen el antecedente cuando antes, pues le podría afectar laboralmente o en otros aspectos a futuro.
El martes 1 de diciembre, los trabajadores del penal le comunicaron que tenía una visita, lo que le pareció raro porque se supone que la visitas están prohibidas por la pandemia.
Con información de: La República