A través de la campaña “Todas somos Mariana”, Católicas por el Derecho a Decidir-Perú busca denunciar la criminalización de niñas, jóvenes y adultas que interrumpen sus embarazos para salvaguardar su salud mental y física, luego de pasar por un episodio de violencia.
Católicas por el Derecho a Decidir-Perú es una organización que nació en Uruguay y apunta a reinterpretar las propuestas religiosas androcéntricas.
Este movimiento nace debido a que muchos creyentes, al escuchar la palabra aborto comienzan a alarmarse, pues la jerarquía eclesiástica siempre se ha mostrado en contra; pero ¿qué piensa la comunidad, que es la esencia y razón de ser de la Iglesia?
“La opinión de cualquier católico vale tanto como la de algún representante del clero. Muchas de las que participamos en el movimiento feminista nos consideramos católicas. Esto no tiene que ser entendido como un obstáculo para la lucha y el ejercicio de nuestros derechos reproductivos”, expresa Elena Sudario, vocera de CDD.
Elegir no ser madre, luego de ser víctima de violencia, nunca será sencillo, pero “esto no las aparta de ser cristianas o católicas, porque están haciendo uso de la libertad de conciencia que se reconoce como un valor dentro de la Iglesia Católica”, explica Gladys. Bajo este principio, nadie está obligado a actuar en contra de su conciencia, y “cada uno puede tomar decisiones según lo que es bueno o malo para sí mismo”, añade.
Así nace Mariana, una joven católica de 22 años que, un día, mientras regresaba de sus clases, fue atacada por tres sujetos, quienes la violaron y la dejaron embarazada. Tras meditarlo, ella decidió no seguir adelante con la gestación.
Mariana no es real, pero busca concientizar a la comunidad católica al ejemplificar la situación de 5767 niñas, niños, adolescentes y mujeres que hasta agosto de este año han sido víctimas de violencia sexual, según el Ministerio de la Mujer.
*Con información del Diario La República.