Un hecho insólito dejó atónitos a los ciudadanos de Indonesia. Se trata de una niña de tan solo 12 años de edad que había sido declarada como muerta, pero se levantó de su ataúd en su propio funeral.
El suceso ocurrió el pasado 17 de agosto, en la ciudad de Probolinggo, Java, Indonesia. Según medios de comunicación de ese lugar, la menor perdió la vida a causa de la diabetes.
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Los familiares sumamente afectados llevaron el cuerpo inerte de la pequeña a una funeraria para iniciar con su entierro.
Mientras sus restos eran velados, la menor "revivió" y dejó en shock a todos sus familiares y demás conocidos.
El padre de la niña contó: “Su temperatura subió de repente, sus ojos cerrados se abrieron súbitamente y notamos que su corazón volvía a latir”.
Ante esta repentina situación, los médicos se desplazaron hasta el lugar y le dieron oxígeno a la menor, pero al cabo de una hora falleció. Se estima que pudo ser un síndrome de Lázaro.
Este efecto lleva el nombre de uno de los amigos de Jesucristo. Según el nuevo testamento de la Biblia, Jesús resucitó a Lázaro después de cuatro días de fallecido, cuando éste ya estaba en el sepulcro.
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Cuando una persona "muere" por problemas cardiopulmonares hay un porcentaje mínimo de que tenga un retorno espontáneo de la circulación después de varios intentos fallidos de reanimación.
La literatura médica recomienda observar de los signos vitales de un paciente, durante cinco a diez minutos después del cese de la reanimación, antes de certificar la muerte.