Gran alarma se creó en Francia, donde se han visto obligados a cerrar su sistema de agua luego de descubrir rastros del nuevo coronavirus en su interior.
Un laboratorio situado en Paris, y que usa el agua municipal, encontró “pequeños rastros” de virus en 4 de los 27 puntos existentes de la red de agua de la ciudad que no está destinada para consumo humano.
Si bien estas redes no están conectadas con las destinadas a trasportar el agua potable, se teme que los rastros de COVID-19 puedan llegar a más zonas de la red acuática en general.
Por tal motivo, las autoridades ya suspendieron el uso de agua no potable “como principio de precaución”, y han asegurado que el agua potable de la capital procede de un sistema “totalmente independiente” y “puede ser consumida sin ningún riesgo”.
“La red de agua no potable se alimenta de lo que llamamos agua 'bruta', tomada del río Sena y del Canal del Ourcq, que se envía a la red sin un tratamiento pesado”, dijo la Alcaldía en un comunicado. Esto se utiliza para brindar diferentes servicios de limpieza como la de parques y jardines, así como también para abastecer lagos y cascadas en los espacios verdes.
La responsable de la Transición Ecológica en la ciudad, Celia Blauel, indicó que no hay ningún riesgo sobre el agua que toman los ciudadanos. “Son rasgos muy pequeños, pero decidimos aplicar el principio de precaución y advertir a la Agencia Regional de Salud”, dijo.
Cabe recordar que a nivel mundial el nuevo coronavirus ya ha infectado a más de 2,4 millones de personas.