Los días de la cuarentena mantienen a nuestros hijos en una búsqueda constante de qué hacer, sin embargo, la mayoría encuentra la mejor opción en el uso del celular. A veces las madres solemos darle el móvil a nuestros niños para que se callen y dejen de llorar, pero a la larga los estamos perjudicando, sobre todo, ahora que ellos tienen más tiempo libre
Ellos están todo el día en el celular viendo videos, jugando con los amigos virtualmente, chateando, escuchando música, etc. Esta no puede ser la única forma de mantenerse tranquilos en casa y aquí te explicaremos los motivos.
Del mismo modo, cuando un niño se vuelve caprichoso o vicioso a los dulces, lo mismo puede suceder con el celular, y en comparaciones más fuertes, en la Universidad de Maryland, los especialistas comparan la adicción al móvil con el consumo de cocaína.
Esta dependencia sucede porque cuando están pegados al celular, se distraen o divierten, ellos liberan en su máxima expresión la "dopamina", una hormona que refleja el bienestar en el cuerpo humano. Al llegar a un nivel alto, el ser humano siente un alto porcentaje de felicidad. Por lo que, si nuestros hijos sienten una emoción tan agradable, se les hará difícil el proceso de quitarle ese mal hábito.
En primer lugar, todo tipo de pantalla, no solo la de celular sino también del televisor, tablet o computadora, altera los niveles de sueño de cualquier persona, sin importar su edad. Sin embargo, en el caso de los niños esto es más fuerte. Los niños pueden tener menos horas para dormir o pesadillas.
Por eso, es importante que no excedan su tiempo de uso y no lo hagan precisamente antes de irse a dormir. Existen otras actividades que podría hacer en casa que le podría generar cansancio y ganas de descansar.
Definitivamente, este también es un punto importante porque involucra la buena salud del cuerpo, en general. En la Universidad de Calgary, los psicólogos elaboraron un estudio a un grupo de niños y determinaron que cuando los niños pasaban mayor tiempo frente a la pantalla, sus habilidades motoras reducían, incluso también encontraban dificultad en el lenguaje y resolución de conflictos por parte de los menores de 3 años.
El uso de celular no involucra mucho movimiento más que el de las manos. La mayoría de niños pasan el tiempo con el celular sentados o echados, lo que dejaría de lado el movimiento o estiramiento muscular adecuado que el cuerpo necesita.