Madre solo hay una, reza aquel refrán. En esta oportunidad, Estrella Gonzáles nos presenta una emotiva carta en donde una mamá no deja de creer en su hijo a pesar de todo lo que puede pasar en su contra.
A continuación, lee esta misiva que estamos seguros calará lo más profundo de tu corazón y es que una madre, jamás se cansa de esperar...
No hay nada más que me de calma que acostarme en tus piernas cuando todo me va mal o cuando el mundo se me viene encima. Acurrucarme y llorar sin parar hasta tener los ojos hinchados o hasta quedarme dormido.
"Es difícil para mí cuando no estás pero tu voz a través del teléfono puede darme esa estabilidad que necesito cuando todo va cayendo.
Cuando nadie cree en mí, inclusive yo mismo, cuando pierdo toda esperanza y me siento derrotado, perdido, con el corazón roto; tú, mi gran amiga, mi consuelo diario, no dejas que me derrumbe y caiga en el cemento. Te pones como un escudo protector, tragando saliva para que no te salgan las lágrimas, aguantando y rezando con toda esa devoción que hay en tu corazón.
Mis miedos y la angustia se van cuando me acuesto en tu pecho; he odiado muchas veces mis frustraciones, mis malos momentos y mi fracasos, sin embargo, aquí estás tú, parada de nuevo frente a mí, teniéndome fe, creyendo en mis capacidades y mi fuerza, no necesito nada más para levantarme de nuevo, para sonreír y dejar de lado mis tormentos.
Hay una luz al final del túnel y agradezco a la vida por ser tú esa luz que me da valentía para cumplir mis más profundos anhelos, mis sueños de chico.
Me aceptas tal como soy y me conoces como nadie lo ha hecho y nunca me has juzgado, me has mirado con esos ojos enternecidos ante mi volátil forma de ser. Me has amado sin ponerme “peros”, y no te has ido en los momentos que he querido tirar la toalla y rendirme ¿cómo no amarte de la forma en que lo hago?
Gracias por creer en mí, gracias por no bajar la cabeza, gracias por levantar la voz cuando yo no tenía como hacerlo, gracias por dejar que me caiga y luego levantarme con más fuerza. Recuerdo que una vez me dijiste: “Yo siempre estaré en tus logros pero aún más estaré cuando todo vaya mal” y aquí has estado, dándome todo de ti, dándome tu amor sin medida.
No hay persona en este mundo que me haga más feliz y cuando las cosas van bien, solo es tu sonrisa que necesito para sentirme realmente completo. Gracias por ser como eres, por no dejar que baje los brazos y gracias por amarme como lo haces, con esa manera tan única que me aviva el alma".