Las mascarillas naturales siguen siendo parte de nuestras principales herramientas para culminar la rutina beauty del día a día. No obstante, cada piel es distinta por lo que es necesario utilizar los ingredientes en casa de acuerdo a las necesidades de cada cutis.
A continuación, te mostramos tres sencillas preparaciones que puedes realizar desde casa sin excusas. No olvides que actualmente es mucho más importante mantener una adecuada limpieza facial debido al uso constante de los cubrebocas.
Para esta opción solo necesitas solo requerirás una cucharada de avena y miel (si quieres puedes añadirle unas gotitas de agua si quieres que esté más suelta). La miel es un excelente regenerador y te ayudará a lucir una piel fresca, suave e hidratada. Aplícala después de haberlo lavado tu rostro y deja que actúe por 20 minutos aproximadamente. Luego enjuaga con agua tibia y usa un poco de crema hidratante.
Las pieles sensibles requieren un cuidado especial por lo que no olvides primero consultar con un dermatólogo cuáles son los productos más idóneos para tu piel. Para esta opción solo requieres una cucharada de aloe vera y unas gotitas de aceite de coco o aceite de árbol. Deja que repose en tu rostro por 10 minutos y luego enjuaga con abundando agua.
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A nadie le agrada tener una piel reseca por ello podemos echar mano de ingredientes que aportarán mayor humectación a la piel como la palta, el yogur y la miel. Mezcla una cucharadita de todos estos elementos y obtendrás una poderosa combinación. Deja que funcione por 15 minutos en tu cutis y luego sentirás tu piel como nueva.
Te sugerimos realizarla por la noche después de haberlo exfoliado previamente tu cutis. Para esta opción vas a necesitar una cucharada de avena y una clara de huevo. Solo tienes que mezclar ambos productos y dejar que la mezcla actúe en tu piel por 15 minutos.