Natalie Vértiz es una modelo que aprecia y valora la moda nacional, sobre todo, cuando se trata de outfits que llevan una historia detrás y van más allá de lo estético. Así lo demostró con su más reciente look en Instagram en donde luce un traje de la diseñadora peruana Annaiss Yucra.
“Si algo amo de mi trabajo como modelo es encontrarme con prendas que son arte, que tienen un mensaje potente y que inspiran con solo verlas”, escribió la ex Miss Perú al costado de la postal que compartió en dicha red social.
“No sé si fueron las 100 pastillas de crochet hechas por Violeta y Panchita, las figuras cargadas de significado dentro de la cosmovisión andina o las 96 horas de trabajo, pero sin duda el solo hecho de ponérmelo me hizo sentir especial”, concluyó en su publicación.
Una descripción que nos invita a tomar consciencia de todo el proceso que existe alrededor de una prenda. En este caso la pieza que modeló pertenece a la última colección de la modista nacional llamada Pachamama, la cual presentó recientemente en el Guatemala Fashion Week.
La conductora de “Estás en todas” utilizó un traje lila pastel elaborado a crochet y de tres piezas compuesto por una falda, un cardigan y un top. Un trío bastante empleado durante la temporada de primavera-verano y que, además de llevar un estilismo en tendencia, ha sido elaborado mediante una técnica ecoamigable, el compost textil consiste en convertir restos de telas en nuevas fibras.
De acuerdo al portal Vogue los outfits de moda van en crochet este 2020 pues este tejido hecho a mano ha sido presentado por firmas como Bottega Veneta, Fendi y Missoni en sus pasarelas, como un material de lujo. Una razón adicional por la que no podemos pasar por alto este conjunto monocromático lila pastel de apariencia relajada y estilismo bohemio que lleva un mensaje profundo.
La inspiración de Pachamama nace del documental Sembradoras de Vida que narra la historia de cinco mujeres del altiplano que se dedican a la agricultura, un rubro dominado por hombres, y cómo lo sembrado por ellas florece más, gracias a su conexión y cosmovisión con la madre tierra. Estas mujeres, además, son sembradoras que no usan pesticidas y cuidan el ambiente.
No obstante, sus sembríos no llegan a ser valorados y son únicamente requeridos a precios muy bajos. De ahí, destaca la diseñadora, parte la importancia de educar al consumidor y enseñar el proceso de lo que significa hacer una plantación natural.