Al igual que los humanos, los titíes (pequeños monos con cabellos alborotados a ambos lados del cráneo y oriundos de Brasil) escuchan a escondidas las conversaciones de otros y prefieren acercarse a individuos que perciben de forma positiva, según un estudio publicado en la revista Science Advances.
Pese a que la investigación sobre el comportamiento acumula muchos conocimientos sobre la vida social de los primates, suelen faltar métodos confiables para determinar la "perspectiva interior" de un individuo o el funcionamiento interno de su mente.
Y los titíes resultan una especie ideal para estudiar debido a su estructura social muy cohesionada: viven en grupos altamente cooperativos de familias con unos 15 miembros, y en los que todo el clan es responsable del cuidado de las crías.
Un equipo dirigido por Rahel Brugger, de la Universidad de Zúrich (UZH), puso a 21 titíes adultos nacidos en cautividad grabaciones de otro individuo supuestamente escondido, y del sexo opuesto, que realizaba ofrecimientos de comida o respondía de forma agresiva ante las reclamaciones de las crías.
Como control, también les pusieron grabaciones en las que se escuchaba a un único individuo.
Los científicos dirigieron entonces cámaras infrarrojas hacia las caras de los titíes para captar sus temperaturas nasales, buscando indicaciones de que estaban alerta y comprometidos. Las pruebas determinaron que los titíes solo respondieron a las grabaciones combinadas, y no individuales, lo que indica que entendían cuándo se estaban produciendo conversaciones reales.
Después de ponerles las grabaciones, el equipo dejó entrar a los titíes en una habitación llena de juguetes y un espejo. Los titíes no reconocen su propio reflejo, por lo que pensaron que se trataba del mono que había realizado la llamada grabada.
Con información de AFP.