Los incendios forestales mataron a casi 500 millones de animales, muchos de ellos se encontraban en la lista de peligro de extinción.
Una terrible noticia que sigue conmoviendo a miles de internautas en Facebook y otras redes sociales, ya que los indefensos animales no pudieron escapar del fuego.
La investigación estuvo a cargo de un equipo de profesionales de la Universidad de Sydney, incluso el número de víctimas podría incrementar, pues las llamas continúan avanzando por varios lugares del país oceánico.
En la lista de animales que perdieron la vida se encuentran demonios de Tasmania canguros, koalas y wombas. Se calcula que ocho mil osos de los 28 mil, fallecieron en los últimos meses.
"Estamos aprendiendo muchas lecciones de esto y nos muestra lo poco preparados que estamos para enfrentar una tragedia así. No hay procedimientos establecidos, incluso los cuidadores de vida silvestre no tienen protocolos para saber cuándo pueden entrar después del incendio", mencionó la doctora Kellie Leigh, directora de Science for Wildlife.
“No nos llegan tantos pacientes como esperábamos. Eso se debe a que los animales murieron quemados, sin poder escapar”, contó Tracy Burguess, voluntaria de un hospital de animales de Australia.
Por otra parte, el experto en biología de la conservación en la mencionada universidad explicó que “con el clima tan seco que hay y la intensidad de estos incendios, se han quemado incluso áreas de barrancos húmedos que normalmente escapan de fuego”.
Wapa, esperamos que la madre naturaleza nos sorprenda con lluvias en los siguientes días, ya que empezó el verano en Australia y logren apagar el voraz incendio que afecta la vida de los animales.
Australia es el continente más propenso a los incendios que suelen ser frecuentes durante el verano, entre diciembre y febrero.
El país sufre actualmente un largo período de sequía y una subida de las temperaturas. Desde 1910, las temperaturas han aumentado en promedio alrededor de un grado Celsius.
Según los servicios meteorológicos australianos, el año pasado, el periodo de enero a noviembre fue el segundo más seco registrado desde 1902, así como el más caluroso registrado.
Gran parte de Australia experimenta una sequía prolongada debido a la falta de precipitaciones. Paralelamente, hay fuertes vientos en todo el territorio que avivan y propagan las llamas.
Los científicos han advertido que una de las consecuencias del cambio climático es un aumento de la cantidad de días calurosos y paisajes más secos, según el portal AFP.
Cabe mencionar que, estos dos factores provocan una temporada de incendios más larga y con focos más intensos.