Asegurar la buena alimentación de los niños no es una tarea sencilla.
Actualmente, debido a los estilos de vida acelerados que tienen muchas personas, es común que los padres de familia no tengan tiempo para preparar las loncheras de forma adecuada o se preocupen por la seguridad alimentaria de sus hijos.
Sin embargo, esta práctica es la menos recomendada, pues los niños deberían consumir alimentos sanos y seguros.
Ante esta situación, se ha elaborado una lista recomendaciones para preparar, de forma rápida, snacks y loncheras nutritivas, que nos aseguren que, al momento de ser consumidos los alimentos mantengan todas sus propiedades.
¡Atención padres! Los siguientes tips ayudan a garantizar que los alimentos estén en buenas condiciones para el refrigerio de los menores.
Se debe colocar los alimentos en envases o envoltorios que los protejan hasta el horario del refrigerio. De ese modo, la lonchera llegará en mejores condiciones y no habrá consecuencias en la salud del menor.
Un jugo preparado a las 7 u 8 de la mañana que es consumido a las 10 am, ya inició su proceso de fermentación y nos es saludable para los niños.
Lo recomendable es escoger al menos un alimento por cada uno de los grupos nutricionales. Los carbohidratos pueden encontrarse en los cereales y el pan; las proteínas están presentes en los lácteos (leche y yogurt) y los alimentos de origen animal; y las vitaminas pueden hallarse en las frutas y verduras.
Enviar agua pura es la mejor opción ya que es más fácil consumirla a lo largo del día. Sin embargo, la mayoría de niños prefiere tomar líquidos que tengan sabor y los jugos de fruta son una buena opción, ya que contienen vitaminas y minerales necesarios para los niños, pero hay que cuidar que no se fermenten.
Por este motivo se recomienda enviar bebibles en envases multilaminados de cartón de Tetra Pak. Estos productos no necesitan refrigeración, gracias a su envasado no requieren de preservantes y sus envases son 100% reciclables y responsables con el medio ambiente.
La mayoría de las frutas y verduras poseen una contaminación superficial procedente de la zona de cultivo. En ese sentido, es una obligación lavarlas antes de su consumo.
Muchas veces, los niños regresan a casa con la lonchera intacta. Ello se debe a que se aburrieron de comer lo mismo de siempre o porque este refrigerio contenía algo que no les agradaba.
Por ello, los padres deben identificar los alimentos preferidos de sus niños y variarlos con cierta frecuencia.