El sarro dental puede causar graves enfermedades bucales y daños irreversibles en tus dientes. Este truco indispensable te ayuda a eliminarlo eficazmente.
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El sarro de los dientes es una sustancia endurecida que surge por la acumulación de placa bacteriana, la cual se fija entre los dientes y las encías. Si no se elimina a tiempo, puede desencadenar serios problemas de salud bucal.
Una manera efectiva de prevenir su aparición es mantener una higiene oral constante: cepillarse los dientes al menos dos o tres veces al día y usar hilo dental para eliminar la placa entre las piezas dentales.
La forma más segura y efectiva de eliminar el sarro ya adherido es mediante una limpieza realizada por un odontólogo. Se aconseja asistir a consulta cada seis meses o, como mínimo, una vez al año, dependiendo del riesgo individual de cada persona.
La acumulación de sarro no solo compromete la apariencia de la sonrisa, sino que también puede derivar en enfermedades orales. Su presencia en la línea de las encías favorece la retracción gingival y la exposición de las raíces dentales, lo que puede terminar en la pérdida del diente.
Entre los trastornos más frecuentes asociados al sarro se encuentran:
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La remoción del sarro debe ser realizada por un profesional, quien utiliza instrumentos como raspadores, curetas o ultrasonido para desprender la placa sin dañar el esmalte. Además del cuidado diario, se recomienda visitar al dentista o especialista en encías cada seis meses o, como máximo, una vez al año para una limpieza profunda en las zonas de difícil acceso.
Para conservar una buena salud bucal es fundamental cepillarse de manera correcta: