¿Es saludable comer pollo a la brasa cada fin de semana? Nutricionistas explican con qué frecuencia disfrutarlo, qué precauciones deben tener los pacientes crónicos y cómo hacerlo más ligero sin perder el sabor.
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Este domingo, los hornos giratorios volverán a encenderse y miles de familias peruanas celebrarán el Día del Pollo a la Brasa con el combo clásico: presa crocante, papas doradas y salsas al gusto. Pero en medio de la fiesta gastronómica, surge una duda que pocos se atreven a responder: ¿es saludable comer este plato todas las semanas?
Aunque se trata de un ícono nacional, su alto contenido calórico puede representar un riesgo si se consume sin moderación. Para aclarar el panorama, especialistas del Hospital Almenara y el portal Salud en Casa explicaron cuál es la frecuencia ideal, los riesgos para personas con enfermedades crónicas y cómo transformar este antojo en una opción más ligera.
“Una persona sana puede disfrutar su pollito sin inconvenientes, si la frecuencia y cantidad de ingesta es prudentes”, señaló la licenciada Bettyna Benavente, nutricionista del hospital Almenara.
Según la especialista, una persona sin diagnósticos médicos puede incluir el pollo a la brasa en su dieta hasta dos veces al mes, siempre que se controle la porción y los acompañamientos.
“Alguien sano puede hacerlo una o dos veces al mes y darse el gusto teniendo en cuenta también que la talla y el sedentarismo condicionan que se asimile de manera normal o genere algún inconveniente de salud”, explicó Benavente en conversación con la Agencia Andina.
Esto quiere decir que una persona de baja estatura y poco ejercicio no debería comer lo mismo que alguien más alto o activo. Además, recomienda cambiar las papas fritas por ensaladas frescas y reducir el uso de salsas procesadas para no sobrecargar el plato con grasas y sodio innecesarios.
“Incrementar la fibra y limitar las grasas permite disfrutar este plato sin alterar significativamente la dieta diaria”, añadió.
En el caso de personas con enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o problemas renales, las reglas cambian. La nutricionista subrayó que es fundamental consultar con un especialista antes de consumir este platillo.
“Deben cuidarse y consultar con su especialista sobre las cantidades y condiciones para ingerir este plato”, explicó Benavente, advirtiendo que el exceso de sodio, grasas y carbohidratos puede agravar su condición.
Las personas hipertensas deben reducir la sal y evitar las salsas industriales. Los diabéticos, por su parte, deben controlar los carbohidratos y buscar opciones con mayor contenido de fibra. Y en los pacientes renales, se recomienda disminuir la proteína y evitar cualquier exceso de sodio.
“No siempre las personas buscan asesoría profesional, pero hay que difundir el consumo de fibra, verduras, que impiden que el carbohidrato llegue a la sangre y así no impacte tan rápidamente sobre la glucosa”, explicó.
La nutricionista Claudia Aguero Moscoso también brindó consejos para que este plato no sea un enemigo de tu salud. Lo primero, dice, es evitar los “combos” con gaseosa, arroz o postre. Lo ideal es acompañarlo con agua, preferir el pecho del pollo, y si se padece de algún mal gástrico, reducir el consumo a una vez cada quince días.
“Evite los combos que incluyen postres, arroz o gaseosas”, advirtió Aguero. También recomienda pedirlo durante el día, cuando el metabolismo está más activo.
Y si quieres un pollo a la brasa más saludable, hacerlo en casa puede ser la mejor alternativa. Se pueden usar condimentos naturales, reducir la sal, y preparar las papas al horno o en freidora de aire.
“Hay alternativas, como hacer pollo a la brasa en casa, con condimentos naturales, buscando limitar las grasas, la sal. Quizá utilizar freidoras de aire para las papas o hacerlas al horno”, sugiere Benavente.
Celebrar está bien. Informarse, mucho mejor. Y con pequeños ajustes, incluso el más sabroso de los platos peruanos puede encajar en una dieta saludable.