Aneurisma cerebral con hidrocefalia: la grave enfermedad que enfrentó Erick Osores

Una noticia inesperada remeció recientemente a los seguidores del periodista deportivo Erick Osores. El conductor reveló que fue diagnosticado con un aneurisma cerebral con hidrocefalia, una condición grave que suele aparecer sin previo aviso y que, si no es tratada a tiempo, puede tener consecuencias irreversibles.

Osores compartió públicamente el difícil proceso que atraviesa, incluyendo las secuelas que la enfermedad ha dejado en su cuerpo, como la parálisis de su ojo izquierdo. Su testimonio no solo generó solidaridad, sino que también puso sobre la mesa una conversación necesaria: ¿qué tan peligrosa es esta enfermedad y cómo reconocerla a tiempo?

En diálogo con Infobae Perú, el neurólogo Carlos Alva-Díaz, investigador de la Universidad Científica del Sur, explicó que esta afección ocurre cuando se acumula líquido en el cerebro, generando presión sobre el tejido cerebral. “Las complicaciones de salud que genera la hidrocefalia son variadas y todas pueden afectar la calidad de vida”, advirtió.

“Si se desarrolla rápidamente, incluso puede comprometer la vida de la persona al elevar la presión intracraneal por encima de lo normal, lo que puede llevar a la hipertensión endocraneana”, detalló el especialista. “Esto podría resultar en la pérdida de funciones cerebrales y en la reducción de las capacidades cognitivas y motoras”, agregó.

Uno de los principales peligros de esta condición es su inicio silencioso pero agresivo. Al principio, puede confundirse con un dolor de cabeza común. Sin embargo, cuando se trata de un aneurisma cerebral con hidrocefalia, hay señales claras que no deben pasarse por alto.

El doctor Alva-Díaz advierte que los síntomas más frecuentes incluyen dolores de cabeza repentinos e intensos, distintos a los habituales. También pueden presentarse vómitos violentos, que son difíciles de controlar y que aparecen sin causa aparente.

“La reducción del nivel de consciencia, la incapacidad para controlar esfínteres… la persona puede orinarse sin advertirlo o sin llegar al baño. Estos síntomas pueden darse tanto por la ruptura del aneurisma como por la presión que genera la hidrocefalia”, explica el neurólogo.

Estar atento a estas señales puede marcar la diferencia entre una intervención oportuna y complicaciones graves.

Aunque la cirugía es una de las principales vías para tratar este tipo de aneurismas, no todos los casos califican para intervención quirúrgica. Según el neurólogo, hay diversos factores que pueden impedir la operación, como el estado general del paciente, el tamaño del aneurisma o su ubicación en el cerebro.

“Esta decisión siempre debe ser realizada por un especialista en neurocirugía con cada paciente”, aclara el Dr. Alva-Díaz. “En algunos casos, los médicos prefieren no operar si el aneurisma es pequeño, está en una zona difícil de alcanzar o si las complicaciones asociadas con la hidrocefalia ya están afectando seriamente al paciente”, puntualiza.

Conocer esta información es clave. Muchas veces, los primeros síntomas son ignorados o minimizados, lo que retrasa un diagnóstico que podría ser vital. La experiencia de Erick Osores ha abierto una ventana para hablar sobre una enfermedad poco conocida, pero potencialmente letal.