El emoliente casero peruano es el remedio natural perfecto contra los males del invierno: alivia la tos, mejora la digestión y refuerza tus defensas con ingredientes tradicionales.
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Cuando el invierno golpea con fuerza, el cuerpo lo siente: garganta irritada, defensas bajas, fatiga constante y ese frío que no se va ni con triple frazada. En el Perú, el secreto ancestral para combatir estos males de estación no está en una farmacia, sino en una taza caliente de emoliente casero, una bebida milenaria que alivia, fortalece y reconforta desde el primer sorbo.
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Originario de la tradición herbolaria andina y limeña, el emoliente es mucho más que una infusión. Es una combinación medicinal que mezcla hierbas, semillas y raíces con propiedades expectorantes, digestivas, antiinflamatorias y energizantes. Ideal para combatir la tos, el frío, los problemas digestivos y la fatiga.
Expertos en medicina natural como el Instituto Nacional de Medicina Tradicional destacan que ingredientes como la linaza, la cola de caballo y el boldo tienen efectos comprobados sobre el sistema respiratorio y urinario, mientras que el tocosh, en algunas variantes serranas, fortalece la flora intestinal.
Ingredientes:
Preparación:
Este emoliente es ideal por las mañanas o antes de dormir. Puedes conservarlo en refrigeración y recalentarlo cada vez que lo necesites.
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La linaza actúa como antiinflamatorio natural y ayuda a eliminar flemas. La cola de caballo es diurética y refuerza las defensas, mientras que el boldo protege el hígado y mejora la digestión. El llantén, por su parte, es un gran aliado contra la tos seca y los resfriados.
Sumado a eso, la miel y el limón ofrecen una dosis poderosa de vitamina C y propiedades antibacterianas que alivian rápidamente los síntomas del resfrío común.
Durante generaciones, el emoliente se ha vendido en carritos ambulantes por calles limeñas, convertido en un símbolo de cuidado natural y popular. Hoy, con la creciente tendencia hacia lo natural y saludable, vuelve a posicionarse como una alternativa poderosa frente al frío y los malestares de estación.
Prepararlo en casa no solo es sencillo, sino que te permite controlar la calidad de los ingredientes, evitar conservantes y reconectar con una costumbre profundamente peruana.