Muchos hombres tienen rutinas diarias que afectan seriamente la salud de su próstata. Un estudio reveló cómo evitarlo y qué hábitos deberías cambiar desde hoy.
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Cuidar la próstata no es solo un tema de hombres mayores. Los problemas en este órgano pueden aparecer mucho antes de lo que imaginas si mantienes ciertos hábitos dañinos en tu día a día.
Lo preocupante es que muchos de estos comportamientos pasan desapercibidos, pero con el tiempo afectan la salud prostática y aumentan el riesgo de enfermedades.
Incluso, un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine reveló que realizar actividad física de forma regular, especialmente ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento pélvico, ayuda a reducir los síntomas urinarios y mejora la función de la próstata en los hombres.
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A continuación, te contamos cuáles son esos malos hábitos cotidianos que podrías estar cometiendo y que es mejor eliminar cuanto antes.
Tomar licor en exceso no solo daña el hígado o el estómago. El alcohol irrita la vejiga, provoca inflamación en la próstata y empeora los problemas urinarios. Además, deshidrata el cuerpo y hace que el sistema urinario trabaje con más dificultad.
Una dieta rica en carnes rojas, grasas saturadas, frituras y alimentos procesados se relaciona directamente con un mayor riesgo de inflamación prostática y cáncer de próstata.
Por eso, los expertos recomiendan una alimentación con más frutas, verduras, pescado y fibra, que ayudan a proteger este órgano.
Pasar muchas horas sentado sin moverse afecta la circulación de la zona pélvica y favorece la congestión prostática. Los hombres con vida sedentaria tienen más riesgo de padecer hiperplasia benigna o prostatitis, según estudios médicos.
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Aguantarse las ganas de orinar por mucho tiempo aumenta la presión en la vejiga y la próstata. Esto puede causar infecciones urinarias, formación de cálculos y debilitar los músculos pélvicos. Lo mejor es acudir al baño cada vez que el cuerpo lo pida.
El tabaco libera toxinas que afectan las células de todo el cuerpo, incluida la próstata. Los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata agresivo. Además, evitar las revisiones médicas es un error grave, ya que impide detectar problemas a tiempo.