Con más de 5,000 hectáreas devastadas y un estado de emergencia declarado, la naturaleza tomó cartas en el asunto.
Únete al canal de Whatsapp de WapaLas llamas consumían hectáreas de selva en Ucayali, los bomberos voluntarios batallaban incansablemente para contener el fuego implacable. En medio de una de las jornadas más intensas, un cambio en el clima transformó la situación.
“¡Por fin la lluvia! Por fin, señor, a descansar”, se escucha en un video grabado por un miembro del equipo de emergencia. El alivio era palpable, pero también servía como un recordatorio de la constante lucha que enfrentan contra los incendios forestales en la región amazónica.
Los incendios forestales en Perú, particularmente en la selva, han alcanzado niveles alarmantes en los últimos meses. Desde julio, más de 5,000 hectáreas de bosques han sido devoradas por las llamas, causando un impacto devastador no solo en el ecosistema, sino también en las comunidades que dependen de estos valiosos territorios.
En Ucayali, una de las regiones más afectadas, los bomberos y brigadistas han estado trabajando incansablemente, enfrentando condiciones extremas que no solo ponen en peligro sus vidas, sino también la flora y fauna que habitan en la zona. La llegada de la lluvia, aunque bienvenida, ha proporcionado solo un alivio momentáneo.