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27 Abr 2022 | 7:58 h

Prófugos: ofrecen recompensas de 10 millones de dólares por 6 rusos acusados de ciberataque

Autoridades americanas piden información sobre militares que tienen años desaparecidos y causaron millonarias pérdidas en todo el mundo.

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    Militares rusos ocasionaron pérdidas en empresas de todo el mundo. | Difusión

    Siguen los enfrentamientos, ataques y denuncias. Esta vez autoridades americanas acusan de ciberataques a militares rusos que actualmente se encuentran no habidos.

    Sin embargo, Estados Unidos quiere atrapar a los culpables de manera inmediata y anunció ayer martes 26 de abril recompensas de 10 millones de dólares por seis agentes de la inteligencia militar rusa.

    Estos rusos, son acusados de ciberataques que devastaron empresas en todo el mundo desde 2017. Pero hasta el momento el Kremlin ha rechazado las acusaciones contra los agentes, alegando una campaña de “rusofobia”.

    Inteligencia militar

    Las autoridades americanas detallaron que los militares rusos son afiliados a la Unidad 74455 y fueron señalados legalmente en octubre del año pasado por un gran jurado federal estadounidense de una serie de ciberataques, incluyendo uno a la red eléctrica de Ucrania.

    También detallaron, que los prófugos probablemente se encuentren en Rusia, pero el Departamento de Estado dijo que ofrecería hasta 10 millones de dólares por información que pueda ayudar a la captura y procesamiento de cualquiera de los seis.

    Comunicado

    A través de un comunicado en su web y en sus redes sociales, el Departamento de Estado señaló que los individuos formaron parte de un ataque en 2017 conocido como NotPetya.

    Explicaron que dicha “ciberinvasión” que tuvo como blanco a empresas en todo el mundo, dañó computadoras en hospitales de Estados Unidos, y generó pérdidas cercanas a los 1.000 millones de dólares, estiman las autoridades.

    Pero eso no es todo, la unidad de la inteligencia GRU de Rusia ha sido acusada de una serie de ciberataques en todo el mundo, incluyendo la interferencia a la elección presidencial de Estados Unidos de 2016.

    A pesar de las pruebas presentadas, el Kremlin ha rechazado las acusaciones contra los agentes militares, alegando una campaña de “rusofobia”.