Gabriela Salvador: denunciada por estafa a ser coordinadora parlamentaria en el Poder Judicial

La excandidata al Congreso por el Partido Morado, Gabriela Salvador, alcanzó el cargo de coordinadora parlamentaria del Poder Judicial luego de haber ganado un proceso de contratación en el mes de noviembre del presente año.

No obstante, su designación ha sido cuestionada por dos ámbitos: Salvador fue denunciada por su expareja y acusada por sus examigos de haberlos estafado y manipulado en torno a una presunta enfermedad. Asimismo, no cumplió con un requisito que se estipulaba en el concurso público.

La Corte Suprema, a mediados de octubre de 2021, abrió una convocatoria de selección por un sueldo de 12 mil 500 soles. La descripción de esta labor es la de coordinar con el Congreso, participar en comisiones parlamentarias e impulsar iniciativas planteadas desde el Poder Judicial, entre otros. Cabe señalar que este cargo depende directamente del Gabinete de Asesores de la citada entidad pública.

Este proceso de contratación CAS 390-2021 tuvo dos fases: una entrevista oral y una evaluación del Curriculum Vitae. En la primera, Salvador alcanzó un puntaje perfecto: 50 de 50, mientras que sus dos competidores lograron 28 y 22 respectivamente.

Según la investigación realizada por Sudaca, Salvador terminó imponiéndose en dicho procedimiento pese a que su hoja profesional fue la que menos puntaje alcanzó, quedando última en el cuadro de mérito.

Una de las personas que entrevistó a Gabriela Salvador fue Silvia Loli, jefa del Gabinete de Asesores del Poder Judicial y exministra de la Mujer durante el gobierno que lideró Francisco Sagasti.

Tras haber sido consultada por la citada fuente, Salvador aseguró que no conocía a Loli - quien actualmente es su jefa - de su paso por el Partido Morado y que tampoco sabía que iba a estar durante el proceso de selección.

En su defensa, Gabriela Salvador adujo que su puntaje perfecto en la entrevista oral con Silvia Loli debió a sus amplios conocimientos sobre temas parlamentarios. Aseguró que sus competidores no se encontraban preparados.

No obstante, llamó poderosamente la atención que la también exmilitante del Frente Amplio, se haya quedado con el cargo del proceso de selección pese a no cumplir con uno de los requisitos de la convocatoria pública.

El Poder Judicial pedía tener el título de Derecho con "colegiatura y habilitación vigente" para el cargo de coordinadora parlamentaria. Sin embargo, según la base de datos del Colegio de Abogados de Lima (CAL), la colegiatura de Gabriela Salvador figura como inactiva, es decir, no está habilitada para ejercer formalmente su profesión y ni tampoco cumple con los requisitos para desempeñarse en las funciones que hoy ocupa.

"Muchos están bajado esa modalidad (inactiva) porque es por pago y, en pandemia, no funcionó el CAL", respondió Salvador. Sin embargo, Sudaca afirma que consultó con cuatro abogados para consultar si esta afirmación era cierta y todos ellos señalaron que no tuvieron problema alguno para sostener su estatus de "activo" en el CAL, en otras palabras, no tuvieron problemas para ejercer el pago de su membresía.

Sudaca también reveló que se contactó con el área de prensa del Colegio de Abogados de Lima y ellos respondieron que durante la pandemia no hubo ningún problema en el sistema para recibir pagos y que, incluso, actualmente vienen trabajando en un descuento anual.

El Poder Judicial respondió a la citada fuente que Gabriela Salvador fue contratada en "consideración a su experiencia en el campo correspondiente" y que "demostró mayor competencia a diferencia de sus competidores que carecían de expertiz". Consideraron que no hubo ningún "impedimento legal" para su designación.

En el mes de agosto, la revista periodística Hildebrandt en sus Trece reveló una denuncia realizada en contra de Gabriela Salvador por parte de su expareja, Keila Chevarría, quien la acusó de haberla estafado y extorsionado.

Chevarría utilizó su cuenta de Twitter para informar, que la excandidata por el Partido Morado al Congreso en las últimas elecciones, le solicitó dinero para tratarse una supuesta leucemia que padece.

Es por ello que le entregó la suma de 89 mil 906 soles y que, para alcanzar dicho monto, tuvo que hacerse préstamos. "Le di todo mi dinero e incluso llegué a pedirme prestado de mis amigos. ¿Cómo podría negarme si, entre lágrimas, Gabriela me decía que no quería morir?", expresó Chevarría.

Gabriela Salvador se defendió de las acusaciones y señaló que los chats presentados por Keila Chevarría fueron editados. Sudaca reveló haber consultado sobre este aspecto a la actual funcionaria del Poder Judicial, pero solo se limitó a decir que era un tema que estaban viendo sus abogados. Respecto a que si le terminó devolviendo el dinero a su expareja, evitó responder.

Sudaca señaló que pudo conocer otros episodios muy similares a los revelados por Keila Chevarría. Por ejemplo, luego de las últimas elecciones, en donde Gabriela Salvador postuló al Congreso bajo las banderas del Partido Morado, la actual funcionaria del Poder Judicial contactó a Juan Luis del Carpio, su excompañero de maestría.

Según reveló del Carpio, Salvador le escribió el pasado 17 de abril para pedirle ayuda económica puesto que necesitaba costear un tratamiento para una supuesta enfermedad.

“Perdona que te escriba para esto, sabes que no me gusta pedir ayuda. Soy muy orgullosa. Pero tengo un problema de salud. Tengo Covid desde el 9 de abril. Ahora estoy con oxígeno y concentrador. No tengo apoyo de mi familia, vivo sola hace mucho. Ya pagué S/5.500, aún me faltan S/13.500 por el oxígeno y el concentrador. No soy de pedir y me da vergüenza. Saturo 88, pero por la leucemia no pueden aún hospitalizarme por riesgo a una bacteria hospitalaria. ¿Crees que puedas prestarme algo, lo que puedas, y yo saliendo de esto, te pago? ¿Puedo darte mi número de cuenta? Debo pagar al proveedor de a pocos”, fue el escrito que le trasladó Salvador a Del Carpio quien no accedió a dicha petición.

Pese a la existencia del mensaje, Sudaca reveló que tras consultarle ello a Salvador, la actual funcionaria del Poder Judicial negó haberle pedido dinero a Del Carpio. Aseguró que existen incongruencias en los mensajes ya que "si hubiese tenido Covid, lo habría dicho" y no hubiese desarrollado su campaña en campo.

Sin embargo, Sudaca reveló que hay más testimonios además de Juan Luis del Carpio. Carolina Soto Sayán, exmilitante del Frente Amplio, señaló que tuvo una relación con Gabriela Salvador entre finales de 2019 y febrero de 2020.

Si bien es cierto, Salvador no le solicitó dinero, Soto Sayán indicó que su expareja le aseguró tener un estado de salud deplorable y que ello era una forma de manipularla.

“Cuando decidí que no saldríamos más por la personalidad que tiene, fue que se inventó que se estaba muriendo y las amenazas de que se haría algo. No puedo catalogar si tiene o no alguna condición”, expresó Soto a Sudaca.

Para ciertamente brindarle sustento a su afirmación, Gabriela Salvador le envió correo electrónico en donde constaba un documento del Instituto Nacional del Cáncer de Uruguay. Allí refería que padecía de leucemia. Este archivo también fue recibido por Keila Chavarría, pero en agosto pasado, Hildebrandt en sus Trece reveló - tras consultar a dicho centro de salud - que este documento era fraguado.

Gabriela Salvador se defendió al señalar que ella no envió dichos correos electrónicos sino que alguien hackeó su cuenta. "Yo no envío esos correos y siempre se lo dije a Carolina. Le pedí que me enviara estos, pero nunca lo hizo. Ella tenía las contraseñas de mis redes y mi correo. Lo tenía también Erick Palus [su community manager]”. Tanto Soto como Paulus negaron haber tenido acceso a su correo personal.

Finalmente, Sudaca cita un hecho ocurrido en febrero de 2020. En ese tiempo, Gabriela Salvador denunció en la comisaría de Magdalena que le habían dejado un arreglo floral en la puerta de su edificio con un mensaje que decía: "Descansa en paz, Gabrielita".

El conserje del edificio corroboró el hecho, pero según dos fuentes que trabajaron en ese entonces en el despacho de Marco Arana, junto a Salvador, es que ella utilizó este hecho para sus manipulaciones.

“Ella dijo: ‘yo creo que es Yanacocha porque he hecho un informe en OEFA’”, señaló una de las personas consultadas y que pide mantener su identidad en reserva.

“Todo había sido simulado. Al final usaba ese tipo de argumentos para hacer que su expareja volviera con ella. Para eso estaba dispuesta a inventar cualquier cosa”, contó otra fuente.

Gabriela Salvador volvió a negar dichos hechos, aunque si reconoció el arreglo floral. “Nunca mencioné a Yanacocha en campaña. La corona lo interpreté como alguien que quería molestar. Nunca dije que había sido enviada por alguien en específico, ni tuve sospechas”, refirió la cuestionada funcionaria del Poder Judicial.