¿Sabías que el cáncer de piel puede empezar en el ojo?
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl melanoma ocular es un tipo de cáncer que se desarrolla en las células que producen pigmento, la sustancia que da color a la piel, el cabello y los ojos.
El melanoma ocular se desarrolla de igual manera que un melanoma en la piel. El tratamiento de esta enfermedad solía implicar, sobre todo, la extirpación del ojo afectado; pero ahora, generalmente se puede recurrir a la radioterapia para tratarlo.
Por esta razón, el doctor José Pulido, oftalmólogo de Mayo Clinic, nos explica todo sobre una de las formas de cáncer de piel más peligrosas.
“El melanoma es un tipo de cáncer que se desarrolla en las células que producen melanina, o sea, el pigmento que da color a la piel. Los ojos también tienen células que producen melanina y, por eso, pueden desarrollar esta enfermedad”, explica el médico.
El especialista comenta que cuando aparece en la vista a esta enfermedad se le llama “melanoma intraocular” se divide en tres categorías: melanoma del iris, melanoma del cuerpo ciliar y melanoma coroideo.
“Estos melanomas intraoculares tienen una base molecular diferente a la del melanoma de la piel, motivo por el que también responden al tratamiento de manera diferente”, manifiesta el oftalmólogo.
1. El melanoma del iris es el tipo más raro de melanoma intraocular
Debido a que afecta la parte coloreada del ojo, el mismo paciente o algún familiar suelen notarlo enseguida. Este melanoma tiende a formarse en la parte baja del iris y su apariencia es la de una mancha de color diferente al resto del iris.
El melanoma del iris también puede cambiar la forma del círculo oscuro en el centro del ojo, llamado pupila.
Gracias a que el melanoma del iris normalmente se descubre en las primeras etapas, por lo general, su tratamiento es oportuno y exitoso.
“El tratamiento del melanoma intraocular depende de la ubicación y tamaño del mismo. Anteriormente, era necesario extirpar el ojo en muchos casos; pero ahora, solo en caso de melanomas grandes es a veces necesario extirpar completamente el ojo. En el caso de tumores pequeños, la cirugía para extirpar el melanoma y una cinta de tejido sano que lo rodea podría ser una alternativa idónea de tratamiento”, explica el médico.
2. El melanoma del cuerpo ciliar
Esto se forma en las fibras musculares que rodean el cristalino del ojo y el melanoma coroideo se forma en la capa de vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo.
En algunos casos, estos melanomas intraoculares podrían no producir signos ni síntomas y crecer sin ser detectados hasta llegar a etapas más avanzadas.
En cambio, cuando surgen cerca del centro del campo visual, se los puede detectar antes porque eso desencadena síntomas como mala vista o visión borrosa, sensación de destellos en la visión o aparición de manchas o puntos pequeños (también llamados moscas flotantes) en el campo visual.
3. El melanoma coroideo
El melanoma de coroides es el tumor ocular maligno primario más frecuente en el adulto y afecta entre 6 a 9 personas por cada millón de habitantes y año (según datos procedentes de Estados Unidos y de los países europeos nórdicos), siendo más frecuente en personas de piel y ojos claros.
En muchas ocasiones el paciente no presenta síntomas y el melanoma se diagnostica en una exploración rutinaria.
En otros casos, el tumor crece en la parte posterior del ojo y da lugar a síntomas como visión borrosa o disminución del campo visual, acompañados o no de la percepción de miodesopsias (moscas volantes) o fotopsias (luces).
Ocasionalmente el crecimiento del melanoma puede producir una catarata, una hemorragia intraocular, un desprendimiento de retina o incluso puede extenderse hacia las capas superficiales del ojo haciéndose visible como una mancha oscura en la esclerótica
El oftalmólogo comenta que independientemente del método terapéutico, existe la misma probabilidad de que el melanoma aparezca en otro lado, sea en la parte restante del ojo afectado, en el otro ojo o en otras partes del cuerpo.
Por lo tanto, es fundamental que quienes tuvieron melanoma intraocular reciban seguimiento médico durante 15 años para controlar la recurrencia del cáncer después del tratamiento.