¡Milagro de la vida! Niña valiente sometida a 36 operaciones encuentra la luz al final del túnel
Únete al canal de Whatsapp de WapaEl 22 de julio de 2021, un vehículo cargado de combustible cayó por un barranco en la carretera Marginal, entre Atalaya y Satipo, Ucayali. En el trágico accidente perdieron la vida 7 personas, incluyendo varios niños. Roxanita Ponero Chonquiri, una niña de 11 años, sobrevivió con quemaduras en el 85% de su cuerpo.
A pesar de las lesiones graves, muchos expertos le dieron pocas esperanzas de sobrevivir. Sin embargo, gracias a esfuerzos sobresalientes, fue trasladada al Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSN-San Borja). Allí, un equipo médico ha trabajado incansablemente para devolverle gradualmente la vida que casi pierde en el accidente devastador.
Recibió tratamientos como plaquetas, piel de cerdo y piel humana donada, además de procedimientos de autoinjerto. Pasó más de cuatro meses en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sometiéndose a 36 cirugías. Actualmente, se encuentra nuevamente en Lima para una nueva operación que podría marcar un hito en su recuperación.
Una pequeña luchadora
"Roxanita es alguien que estaba decidida a luchar. Pensamos que, por la gravedad del caso, no iba a resistir, pero pudo sobreponerse", manifestó a la agencia Andina la cirujana plástica y jefa del Banco de Tejidos del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, Leyla Meléndez Álvarez.
Para ella dos son los factores que están haciendo posible la recuperación de este terrible caso: “Uno es el paciente, con toda la voluntad de vivir, luchar, y Roxanita es alguien que estaba decidida a luchar. El otro factor es la institución que la atiende, y el INSN de San Borja tiene la mejor unidad de quemados en el país”.
El moderno hospital acogió a Roxanita durante dos años, en los que Héctor, su hermano, se convirtió en su ángel guardián y traductor debido a que ella no habla castellano.
“Ella estaba en UCI y me dieron minutos de conversación con mi hermana, para que ella se pueda esforzar para hablar en mi dialecto. Ella no habla español. Ella se ha esforzado con valentía para lograr salvar su vida. Sin consuelo no podemos avanzar solos. Debemos tener paciencia. Ella me decía yo me voy a morir”, comenta con nostalgia.
Recuerda que el accidente ocurrió en horas de la mañana, alrededor de las 11:00 horas, y que Roxanita estaba intentando salvar a su sobrino. Luego, no se acuerda qué pasó.
Hermano de la menor perdió a varios familiares
Asimismo, Héctor perdió en el mismo accidente a su hermana mayor, su esposa, dos de sus cuatro hijos y varios sobrinos.
“Yo soy creyente de Dios. Él me ha dado fuerza para poder soportar las pruebas. Es muy doloroso ver fallecer a nuestra familia. He luchado para seguir viviendo en esta vida terrenal, pero la Biblia nos ha enseñado a superar esto tan difícil. Le agradezco a los doctores por atender a mi hermana. Ahora ella está bien”.
El joven es el tutor de Roxanita cuando deben viajar a Lima. Su padre falleció en un accidente de tránsito en 2015, cuando él tenía 16 años.
El mejor pronóstico
“Ella se quedó en cuarto grado de primaria. Ya no iba al colegio cuando pasó el accidente. Está mejorando, pero su mano se puso dura, no podía agarrar ningún objeto, ahora está mucho mejor. El próximo año irá al colegio. Le gusta jugar con los niños. No me ha contado sus sueños de si quiere ser profesional. Ella está tranquila, la han operado de su cuello y ahora esperamos que se recupere”, refirió el joven.
La doctora Meléndez explica que Roxanita volvió al hospital porque debía operarse las cicatrices retractiles que limitaban el movimiento de su cuello.
“Hoy en la mañana estuve con ella y el pronóstico es muy bueno. Podríamos decir que está en un 90% de recuperación. Las extremidades de su anatomía están en un rango adecuado y en cuanto a su plastia cervical ya se realizó el lunes y ha tenido su primera curación con muy bueno resultado postquirúrgico. Posiblemente se quede 15 días más”, detalló.
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Para la jefa de Banco de Tejidos del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja la mejor manera de evitar casos de quemaduras como el de Roxanita es prevenir los accidentes. “Las quemaduras se previenen. Uno tiene que tomar medidas domiciliarias para minimizar los riesgos con los niños”, exhortó la especialista.