Esta carta está dirigida a ese amor que no se puede olvidar. Fue ese romance único y lleno de experiencias fantásticas que seguirán en tu mente día a día. Enamorarse es muy complejo y arriesgado, ello porque al final de la relación el dolor puede ser casi insoportable.
Ocurre que no se está listo para una relación o volver amar, tampoco te encuentras en un momento de calma para pensar en otra persona. Por ello, esta carta hacia ese amor perdido te ayudará a expresar el dolor de un adiós que nunca quisiste decir. Te ayudará a soltar y entender que en la vida hay personas que solo llegan para enseñarte.
Esta situación fue relatada por la escritora Julia Aguilar a través de una carta que hoy te compartimos.
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“El amor llega a nuestras vidas en un momento inesperado, pero tal vez ideal. Sucede cuando uno menos se lo espera y ya no hay marcha atrás porque nuestro corazón ya le pertenece a otra persona. Eso me sucedió cuando te vi en este lugar impredecible y poco común. Estas ahí…todo sonriente y con una energía tan cálida y amigable.
La vida me dio una gran sorpresa, me dio un momento único donde pude decir que me enamoré a primera vista. Mi corazón latió tan rápidamente que ya no había escapatoria… estaba enamorándome. Luego de meses en una experiencia que para ti no era más que amistad entendí lo que sucedería.
Ahora no puedo dejar de pensarte, de quererte y desearte. Eres quien siempre está en mi corazón y no hay día en que no piense en ti. Entraste en mi vida sin siquiera ser llamado y ahora te vas sin decir adiós.
Eres ese adiós que jamás podré decir por la gran distancia que nos separa. Sin duda eres la persona que quisiera en mi vida, eres quien me demostró que la vida no es como un cuento de hadas, pero siempre hay luz en toda la oscuridad. Eres quien siempre estaba en mis momentos más duros y lamenteros.
Eres sin duda quién le dio color a mis mañanas. El más caótico de mi vida, durante el desierto más difícil de mi camino. Sin embargo, no nos importó, decidimos arriesgarnos con una relación… una que terminaría en sufrimiento y dolor. Tal vez no era nuestro destino amarnos eternamente como creíamos, o al menos lo que yo pensaba.
Me enseñaste que hasta el más perfecto tiene defectos irreparables. Que la niñez y relaciones pasadas dejan traumas que pueden afectar directamente la relación. A pesar de todo, nuestras imperfecciones encajan de una manera única. Es por eso que nos arriesgamos a vivir un romance así, lleno de defectos y problemas.
Tú eres capaz de sacar lo mejor de mí y a los 5 minutos convertirme en una desquiciada que no puede dejar de llorar. Me llevabas al límite, cuando estábamos bien todo era perfecto, pero cuando los problemas nos atacan todo se vuelve un caos. Tú eres esa persona a la que aún no he aprendido a decirle ‘no’. Eres esa llamada que siempre voy a responder, eres ese mensaje que espero cada noche.
Tu adiós acabaría con mi vida, me dejaría desarmada, aun cuando sé que tal vez es lo mejor. Si algún día te vas de mi vida, siempre te desearé lo mejor, pero sabes que mi puerta siempre estará abierta esperando tu regreso. Tienes copias de la llave de mi corazón, por si algún día encuentras la puerta cerrada ante los demás.
Tú eres ese amor que nunca se olvida, el que en medio de una desgracia me daña y me salva al mismo tiempo. Eres como esa ola que te hunde pero que te arrastra hasta la orilla. Tú eres persona con quien la vida se ha aferrado a ponerme trabas, pero eso no nos importa, porque estar juntos es lo único que deseamos.
Tú eres ese adiós que jamás podré pronunciar y que, si alguna vez sucede, detrás del adiós siempre habrá un: ‘no te vayas nunca’. Tú eres esa persona que aunque los años pasen siempre deseare estar entre tus brazos, porque contigo he aprendido que uno siempre vuelve a los lugares en los que amó en la vida”.
Wapa, si has vivido por una situación similar, nunca pierdas las esperanzas de estar con esa persona para siempre. La vida puede darnos recuerdos de felicidad y luego, quitar aquello que tanto amamos, pero siempre habrá una segunda parte de ese amor tan bueno.
“Te fuiste tan pronto que tu partida me sigue doliendo a diario. Eres el amor de mi vida, mi todo, a quien siempre iba a amar y ver a diario. Ahora solo veo tu foto en mi habitación, tu sonrisa en mi celular y tus antiguos mensajes para recordar ese amor perdido.
No hay día en que no llore tu partida, no hay noche donde no me desvele ante tu vista. Quisiera unos minutos más a tu lado, quisiera verte y abrazarte como cada mañana de verano. Ahora no me queda nada más que desear que el mundo cambie y un día me levante para verte a mi lado.
Mi amor por ti nunca va a acabar, tampoco el dolor. Sinceramente no sé qué hacer sin ti. La vida continúa, me levanto a diario para trabajar y pensar en tu sonrisa. Todos los días se repiten, uno tras otro y llega un momento donde me vuelvo a hundir al saber que no te veré al llegar a casa.
No hay más palabras que puedan expresar mi dolor. Tampoco te quiero decir adiós, es imposible hacerlo porque siempre serás parte de mi vida”.