Especialistas de EsSalud revelan que la inseguridad en la apariencia física sería una de los principales causas para que, especialmente los adolescentes, comiencen a tomar decisiones equivocadas, respecto a sus comidas, y provoquen peligrosos desórdenes alimenticios con consecuencias inimaginables.
En ese sentido, la nutricionista del Hospital Nacional Guillermo Almenara, Elizabeth Córdova, explicó que muchos adolescentes comienzan a comparar su apariencia física con otros, y pese a que pueden estar dentro del rango de lo normal, deciden consumir dietas extremas que los conduce a la anorexia como a la bulimia.
La especialista Córdova mencionó algunas que, pueden ser controversiales, como la dieta del ayuno o intermitente, que consiste en saltarse las comidas y solo comer algo ligero, así pierden peso, pero adquieren mayores hormonas de estrés.
“Otra dieta extrema es la cetogénica, que implica reducir los carbohidratos de forma drástica y reemplazarlos por grasas”, agregó la especialista.
Asimismo, Elizabeth Córdova remarcó que las dietas veganas traen consigo posibles problemas nutricionales, dado que algunas proteínas indispensables para el ser humano solo se encuentran en alimentos de origen animal.
“La dieta vegana, no se puede mantener en el tiempo, no es muy recomendable pues hay vitaminas que solo se encuentran en alimentos de origen animal, como las vísceras o las carnes, lo que no consumen los veganos”.
Córdova también se refirió a la dieta express muy consumida en Europa y Estados Unidos, que consiste en alimentarse solo de líquidos, una infusión por las mañanas y un caldo por las tardes, y algo parecido por las noches.
Mientras que la dieta Detox, que ha tenido bastante aceptación entre los adolescentes, consiste en darle prioridad a los jugos en reemplazo de las comidas, pierden masa muscular y no hay consumo de proteínas.
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Finalmente, la experta de EsSalud recomendó ingerir dietas equilibradas que combinan una buena alimentación, con las porciones adecuadas, como consumir por lo menos la mitad del plato de verduras como zanahorias y betarragas, más una cuarta parte de proteínas de origen animal que deseen: pescado, pollo, pavita, etc.
Wapa, y otra cuarta parte, de carbohidratos, es decir cereales como el arroz, quinua, trigo; menestras como el frejol, lentejitas, pallares; tubérculos como el camote y la papa. “Así se forma un plato con todos los nutrientes”, puntualizó.