Con solo 90 contagios de COVID-19, la provincia de Jauja no solo es una de las menos afectadas por la pandemia en el Perú, sino que recobra su bien ganada fama como “lugar de sanación” que tuvo en siglos anteriores cuando, gracias a su buen clima, acudían los enfermos de tuberculosis y diversos males respiratorios para recuperar su buena salud.
Transcurridos 87 días del estado de emergencia nacional y mientras se trabaja incansablemente contra el tiempo para lograr vacunas y tratamientos eficaces contra el covid-19, la comunidad científica ha fijado también su interés de estudio en la altitud sobre el nivel del mar y el clima que tienen muchas localidades de la sierra peruana, como un factor que incide en la baja prevalencia de infectados y decesos por el nuevo coronavirus.
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Y es aquí donde la “Capital Histórica del Perú”, fundada el 25 de abril de 1534 y situada en el corazón del Valle del Mantaro, revive su bien ganada reputación como “Edén de los Andes”, gracias a su belleza natural y sus especiales condiciones climáticas.
Sin duda, lo primero que salta a la vista en esta coyuntura condicionada por la pandemia es el clima de Jauja, donde destaca su altitud con 3,390 metros sobre el nivel del mar y con ello una mayor concentración de oxígeno en el aire que respiran actualmente sus más de 30,000 habitantes.
Asimismo, como bien explicó el médico infectólogo Eduardo Gotuzzo, en los andes existe mucha luz ultravioleta y eso impide la sobrevivencia de los patógenos. Un ejemplo de ello es la tuberculosis, una enfermedad que no se ha diseminado mucho en las ciudades de altura, precisamente por esa razón.
Una segunda razón a considerar es que los residentes (no visitantes ocasionales) en las alturas generan en su cuerpo menos receptores ECA, principalmente en órganos como los pulmones, que son filtros por donde ingresa el virus a las células para infectarlas. Al existir menos puntos de ingreso, los virus no pueden ingresar tan fácilmente, afirmó el experto.
Por ello, Gotuzzo consideró que una alternativa, mientras se logra producir una vacuna y un tratamiento eficaces contra el nuevo coronavirus, sería que las personas vulnerables se trasladen temporalmente a localidades ubicadas en altura.
Cabe recordar que, entre las décadas de 1920 y 1950 del siglo XX, funcionó en la ciudad de Jauja un sanatorio para enfermedades respiratorias como el asma y otros males como la tuberculosis que le confirió una fama que trascendió las fronteras del Perú.
Ahora, en la segunda década del siglo XXI y en medio de una pandemia que bordea los 200,000 infectados y más de 5,500 decesos en todo el país, la mirada de los médicos, infectólogos e investigadores se posiciona sobre las ciudades ubicadas por encima de los 2,000 metros sobre el mar.
Y son precisamente las localidades de regiones ubicadas en altura que evidencian una menor incidencia de contagios y decesos por covid-19, como lo demuestran las estadísticas de la Sala Situacional del Ministerio de Salud (Minsa) y las Direcciones y Gerencias Regionales de Salud (Diresas y Geresas).
Según la Diresa de la región Junín, la provincia de Jauja registra, al 8 de junio, solo 90 contagios y un fallecimiento.
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Si bien el factor climático y altitudinal constituyen un factor a resaltar en la baja prevalencia de casos positivos en Jauja, es importante considerar el trabajo integral que cumplen sus autoridades para evitar que la pandemia afecte a la población.
La conformación de un Comité Multisectorial, liderado por el alcalde provincial César Dávila Veliz, que lleva adelante constantes campañas de prevención de la enfermedad y promoción de la salud, las jornadas de limpieza y desinfección de mercados y calles, así como la buena articulación de esfuerzos con el personal de salud, Policía Nacional, Ejército peruano, y autoridades regionales y municipales, viene logrando mantener una buena contención de la pandemia que, hasta el 8 de junio, registra solo 90 contagios.
“El uso correcto de la mascarilla, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social son reglas de oro que tenemos que cumplir en todo momento”, subraya el burgomaestre en cada visita que realiza a los distritos y comunidades de su jurisdicción.
Andina