El consumo excesivo de bebidas energizantes es una peligrosa costumbre que puede ocasionar daños al corazón y al cerebro y los conductores, por la naturaleza de su función, están en mayor riesgo, advirtieron nutricionistas del Instituto Nacional de Salud (INS).
El experto César Domínguez indicó que una sola bebida energizante puede contener cafeína en una cantidad equivalente entre 1 y 4 tazas de café (80 a 322 mg/por bebida), lo que sumado a la acción de otras sustancias -como la taurina y el azúcar- estimulan las contracciones cardiacas y mayor actividad en el sistema nervioso.
Esto genera la aparición de palpitaciones, arritmias, insomnio, aumento de la presión arterial e incluso convulsiones o muerte súbita (accidente cerebrovascular).
Además, esta misma botella contiene de 5 a 10 cucharaditas de azúcar. “Teniendo en cuenta que las recomendaciones diarias para el consumo de azúcar establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe ser menos de 50 g/día, el consumo de este este tipo de bebidas puede favorecer el sobrepeso y la obesidad”.
Por ello Domínguez invocó a la población a reemplazar el consumo de bebidas energizantes por agua pura. “Esta advertencia se enmarca también en uno de los mensajes de las Guías Alimentarias para la Población peruana, publicada por el INS, referida a: Mantente saludable tomando 6 a 8 vasos de agua al día”.
Recordemos que en las Guías Alimentarias para la Población Peruana del INS se exhorta a la población a: mantenernos saludables consumiendo de 6 a 8 vasos de agua al día.
Los especialistas del INS señalan que debido a la naturaleza del trabajo, para mantenerse alerta y despierto, los conductores suelen ingerir diariamente bebidas energizantes con el objetivo de mantenerse despiertos y brindar sus servicios.
“Imaginemos que estas personas desarrollen algún daño al corazón (insuficiencia cardiaca) o al cerebro (convulsiones) y pierdan el control en el manejo súbitamente, no solo ellos estarían en riesgo sino las personas que se hayan dentro o cercanos al vehículo en movimiento”, explicaron.
Asimismo, indicó el nutricionista, la población más vulnerable a estos efectos son los niños y adolescentes (menores de 18 años), las mujeres embarazadas. “Recordemos que estos grupos tienen sensibilidad también a la cafeína, lo que desencadena episodios de nerviosismo, irritabilidad e insomnio”.
Del mismo modo, según la OMS, estudios observacionales indican que una ingesta excesiva de cafeína en embarazadas puede asociarse a restricciones del crecimiento, reducción del peso al nacer, parto prematuro o muerte intrauterina.
Tener en cuenta que:
-Este tipo de bebidas no deben ser utilizadas para reponer los líquidos perdidos en la actividad física intensa: la cafeína tiene efectos diuréticos y aumenta el riesgo de deshidratación.
-El consumo está contraindicado para gestantes, lactantes, hipertensos, pacientes con enfermedades cardiovasculares, pacientes renales, pacientes diabéticos o con trastornos de ansiedad.
-El efecto pasajero que genera no reemplaza a un buen descanso físico y mental.
-Su consumo frecuente puede causar insomnio y otras alteraciones del sueño o estados de ánimo.
-No se debe mezclar estas bebidas con alcohol, fármacos u otras sustancias.
(Con información de Andina)