Los niños necesitan de un cuidado especial para evitar que contraigan alguna enfermedad, por ello es importante que tengan una alimentación adecuada. Sin embargo, muchas veces no se puede predecir algunas reacciones de su organismo frente a los alimentos que se pueda consumir durante un viaje, lo cual puede desencadenar a la afección pediátrica más común: diarrea infantil.
Ante ello, la Dra. Janetliz Cucho, médico gastropediatra, explica que durante los viajes este malestar se adquiere con mayor facilidad porque se hace más difícil garantizar las condiciones de higiene de los espacios y alimentos.
Es así que, con el fin de salvaguardar la salud de los más pequeños cuando están fuera de casa, la especialista de la salud nos comparte algunas recomendaciones. ¡Atención papitos!
Se deben racionar las porciones de comida para los más pequeños. Lo ideal es repartirlas en 5 tomas pequeñas: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. En caso de que permanezcan despiertos al menos dos horas luego de la última comida, se les puede dar algún alimento ligero, como una fruta, un vaso de leche o media taza de cereal.
Beber agua embotellada es la mejor manera de hidratarse durante los viajes, pues permite garantizar su inocuidad. Jamás se debe dejar tomar a los niños agua directamente del caño, no solo por la contaminación causada por materias fecales, sino también porque las tuberías pueden estar deterioradas y expulsar partículas tóxicas, como el óxido.
Los niños deben lavarse las manos con agua y jabón antes de llevarse cualquier alimento a la boca. Así mismo, los adultos deben tener en cuenta esta recomendación cuando manipulen alimentos, para evitar que estos se contaminen.
Tener a los niños al día con sus vacunas puede prevenir esta enfermedad. A continuación, una breve lista que será de utilidad:
- Hepatitis A
- Rotavirus
- Fiebre tifoidea
- Cólera
- Diarrea por Escherichia Coli enterotoxigénico
Así mismo, la doctora recomienda proporcionarles probióticos Bacillus clausi de un laboratorio de confianza, que asegure la eficacia y seguridad en los niños, con la finalidad de recomponer.